Ginebra, 14 sep (EFECOM).- Las cruciales negociaciones sobre el capítulo agrícola en la OMC para concluir la Ronda de Desarrollo de Doha han cumplido dos semanas intensivas, después del receso del verano, con un pequeño impulso pero sin grandes cambios.
Esta es la impresión que el presidente del grupo negociador sobre agricultura, el embajador neocelandés Crawford Falconer, extrajo de las últimas negociaciones, en las que han participado 36 delegaciones, representantes de los distintos bloques, hasta la reunión celebrada hoy con los 151 países miembros, según indicaron hoy fuentes comerciales.
"Aunque el fondo de la fotografía no ha cambiado profundamente, se han producido algunos progresos, aunque no suficientes para que vaya a sacar el champán de la bodega", habría dicho Falconer, según las fuentes, que agregaron que "ha habido pequeños cambios en las posiciones de algunas delegaciones".
Los países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) están negociando para concluir la Ronda de Doha, bloqueada desde hace casi un año, y en el capítulo agrícola lo hacen en base al último documento de compromiso presentado por Falconer antes del verano.
Las fuentes dijeron hoy que las conversaciones de estas dos semanas se centraron primero en el acceso al mercado de las naciones desarrolladas, para pasar después al de los países en desarrollo, y que la semana que viene se completarán con las discusiones sobre subsidios internos y competencia en la exportación.
Dentro del acceso a mercados de los países desarrollados se ha estado negociando sobre tarifas y montos específicos, así como sobre los llamados "productos sensibles" -cuya importación estaría limitada o prohibida-, sobre los que ha habido "discusiones constructivas".
La complejidad y dificultad de estas negociaciones lo ilustra el hecho de que algunos países han planteado cómo calcular el consumo interno de un determinado producto, por ejemplo yogures -que como producto lácteo es "sensible"- y tiene diferentes categorías (desnatado etc).
En cuanto a los productos sensibles para los países en desarrollo "hubo algunas clarificaciones útiles sobre las implicaciones para las economías pequeñas y vulnerables", según las fuentes comerciales.
La semana que viene se pasará a discutir sobre el difícil aspecto de los subsidios, tanto internos como externos.
Los miembros de la OMC acordaron tratar primero el área agrícola para, posteriormente, avanzar en el sector industrial, una propuesta del G-20, grupo formado por 20 naciones en vías de desarrollo lideradas por Brasil, China e India.
Por otra parte, y en paralelo a las reuniones convocadas por Falconer estas dos semanas, ha comenzado otro proceso negociador con un nuevo grupo de países: Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil e India (hasta ahora el G-4), con Australia, Japón, Suiza y Argentina, lo que se llamaría ya el G-8, según fuentes comerciales.
Este grupo se ha estado reuniendo intensivamente la última semana para negociar todos los puntos claves del capítulo agrícola.
La Ronda de Doha se inició en el 2001 con el objetivo de liberalizar el comercio internacional para beneficiar a los países menos industrializados.
El director general de la OMC, Pascal Lamy, estimó esta semana que considera posible concluir la Ronda de Doha antes de fin de año, aunque se necesita mayor impulso. EFECOM
vh/prb
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