La Haya, 12 sep (EFECOM).- La empresa holandesa de electrónica Philips pidió hoy a los Estados miembros de la Unión Europea (UE) que levanten los aranceles que aplican a las bombillas de bajo consumo hechas en China, para evitar que entren en el mercado europeo a un precio inferior a su coste.
En un comunicado, Philips incidió en que la propuesta de la Comisión Europea de prorrogar esos gravámenes un año más -que todavía debe ser ratificada por los Veintisiete- va en contra del "interés de los consumidores, del ahorro de energía y del medioambiente".
La compañía recordó que su postura contraria a los aranceles es compartida por organizaciones de defensa del medio ambiente y por los vendedores al por menor e insistió en que "todo lo que no sea la inmediata terminación" de los gravámenes, supone "una interferencia en el mercado".
Esta medida "antidumping" contra las bombillas de bajo consumo procedentes de China está vigente desde 2001 y tenía en principio una duración de cinco años.
Pero la Comisión decidió en agosto prolongarlos un año para facilitar la adaptación del mercado europeo, a pesar de que sólo un mes antes había planteado su retirada, con el argumento de que mantenerlos haría que los consumidores pagaran más por este tipo de bombillas y perjudicaría también a los importadores y minoristas europeos.
Philips destacó hoy que la Unión Europea sólo es capaz de producir "un cuarto" de la demanda total de estas bombillas de bajo consumo, una deficiencia que crecerá en el futuro y que hace inevitable recurrir a las importaciones chinas.
Según la compañía holandesa, la producción china no supone una amenaza a los puestos de trabajo en Europa, como demuestra el hecho de que su fábrica de bombillas en Polonia, que emplea a 900 personas, está en expansión.
La retirada de los aranceles cuenta con el respaldo de varios de los principales productores europeos de bombillas, entre los que destaca Philips, pero con la oposición de otro de los grandes fabricantes, la alemana Osram.
Tanto Philips como Osram fabrican bombillas en China, pero la empresa holandesa concentra en el país asiático una mayor parte de su producción, por lo que le afectan más los aranceles. EFECOM
mr/epn/prb