Iberia quiere dar un golpe de mano para que su filial de mantenimiento sea la gran beneficiada de la fusión con British Airways. Fuentes conocedoras del proceso aseguran que la aerolínea española negocia con su socia británica quedarse con la revisión de la mayoría de los motores Rolls Royce de los aviones del gigante con sede en Heathrow.
Ahora, el principal responsable de este mantenimiento es General Electric Engines desde su planta de Cardiff (en Gales), aunque también se realizan otros trabajos menores desde la propia filial de revisiones de British Airways y desde Rolls Royce. Esta filial del gigante norteamericano -GE Engines- es la mayor compañía del mundo en este terreno, con una facturación que se acerca a los 4.500 millones de euros anuales.
Por su calidad y por su procedencia británica, los motores Rolls Royce son los preferidos de la flota de British Airways. Incluso el nuevo superjumbo A380 que la compañía británica todavía tiene que recibir montará este tipo de motores, que hace un par de meses protagonizaron un polémico episodio tras incendiarse en un avión de la aerolínea australiana Qantas.
Un contrato que abre puertas
Si Iberia logra este suculento contrato, abriría las puertas para quedarse con la mayor parte del mantenimiento que British Airways confía en estos momentos a terceros y que podría suponer una facturación extra para la filial dirigida por José Luis Ruiz de Castañeda, de 900 millones de euros anuales.
En estos trabajos no sólo se incluye la revisión de motores, sino todas las paradas obligatorias de los aviones, que también suponen un buen pellizco en el negocio actual de Iberia Mantenimiento. Desde que Ruiz de Castañeda sustituyó en el cargo a Manuel López Aguilar, que ahora es el director general de Comercial y Clientes, una de sus obsesiones es convertirse en un proveedor de servicios de primer nivel para los nuevos motores de Rolls Royce: el Trent 900 (que es el que utiliza el A380 de Airbus) y el Trent 1.000 (el que emplea el 787 Dreamliner de Boeing y también está encargado por British Airways).
Hacia esta dirección ya apuntan algunos contratos que Iberia ha alcanzado en el área de mantenimiento. El más significativo se produjo en el verano de 2009, cuando selló las labores de revisión durante tres años de los motores Rolls Royce de la compañía aérea rusa Yakutia Airlines.
Ahora sólo falta dar el salto de calidad hacia las últimas generaciones de propulsión del fabricante británico capitaneadas por la familia Trent de motores. En un encuentro con elEconomista el pasado mes de mayo, Ruiz de Castañeda reconocía que el objetivo de Iberia y British Airways era controlar entre el 3 y el 4 por ciento del negocio mundial de mantenimiento tras la fusión.
Pese al optimismo que reina en Iberia en este terreno, tanto la aerolínea con sede en Barajas como su socia británica son muy discretas en este tipo de negociaciones. Un portavoz oficial de Iberia consultado por este periódico se limitó a recordar que se han establecido grupos de trabajo en las diferentes unidades de negocio de ambas aerolíneas para discutir todas las posibles sinergias, "pero es muy pronto para llegar a cualquier conclusión", añade.
De todas formas, Iberia no se lo quiere jugar todo a una carta en el negocio de mantenimiento. Además de la oportunidad que le brinda su alianza con British Airways, la filial con sede en La Muñoza ya ha abierto expectativas en mercados que pueden llegar a ser tan importantes como los motores.
Modifica los cisterna de EADS
A lo largo del pasado ejercicio se ha encargado de la modificación de los aviones cisterna que fabrica el consorcio aeronáutico europeo EADS. La filial de aviones militares, Airbus Military, ha confiado a Iberia la misión de transformar tres aparatos Airbus A330 para que se conviertan en tanqueros que puedan suministrar combustible a otros aviones en el aire.
Esto supone para La Muñoza 130.000 horas de trabajo y es sólo un aperitivo de la carga que podría llevarse Iberia si Airbus Military logra adjudicarse el contrato de los aviones tanqueros del Pentágono, que supone la fabricación de 179 unidades por un importe aproximado de 35.000 millones de dólares (26.000 millones de euros).