Pekín, 30 ago (EFECOM).- China aprobó hoy, después de trece años de discusiones, su primera ley antimonopolio, que obliga a las empresas extranjeras a pasar "controles de seguridad nacional" antes de efectuar fusiones y compras en el país asiático.
"Además de los controles antimonopolio estipulados por esta ley, las fusiones y adquisiciones foráneas de compañías nacionales, y las inversiones de capital extranjero en firmas chinas, deberán pasar por un examen de seguridad nacional", dice la nueva ley, aprobada hoy por la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo).
La nueva norma, que comenzó a ser redactada en 1994 pero no fue enviada para su primera revisión hasta 2006, entrará en vigor el 1 de agosto de 2008.
La cláusula sobre controles de seguridad nacional para las firmas foráneas fue añadida ante el incremento de estas fusiones y adquisiciones en los últimos años, que pasaron del 5 por ciento de la inversión directa extranjera en 2004 al 20 por ciento actual, según cifras oficiales.
Con la nueva ley, los inversores foráneos deberán solicitar permiso al Ministerio de Comercio si sus operaciones en firmas chinas afectan "a la seguridad nacional económica, tienen lugar en sectores clave o causan una transferencia de los derechos de operación de marcas nacionales famosas".
Los sectores claves para la seguridad nacional son, según dijo el Gobierno en diciembre, el armamento, la generación y distribución de electricidad, el petroquímico, las telecomunicaciones, el carbón, la aviación y los astilleros.
En un comunicado remitido hoy a Efe, la Cámara de Comercio Europea mostró su preocupación por la exigencia prevista por la ley para las firmas foráneas.
"No está claro cómo se aplicará esa revisión de seguridad nacional, dado que el 'interés público' no está definido en la ley. Esta preocupación aumenta por el énfasis de la ley en salvaguardar ciertos sectores industriales dominados por el Estado", apuntó el organismo.
Confió, no obstante, en que las autoridades chinas trabajarán para evitar cualquier impacto "no pretendido" en las compañías en China, originado de la "falta de transparencia" o "de la invocación a preocupaciones de seguridad nacional".
La nueva ley, que se desarrolla en ocho capítulos, prohíbe acuerdos monopolísticos, como "carteles" y otras formas de "conspiración", y estipula normas para la investigación y persecución de estas prácticas.
No obstante, protege los acuerdos monopolísticos que promuevan la innovación y los avances tecnológicos.
Prohíbe además a los monopolios "blandir su estatus dominante en el mercado para atajar la competencia, fijar precios, efectuar ventas conjuntas y rechazar o imponer el comercio". EFECOM
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