Julio César Rivas
Montebello (Canadá), 21 ago (EFECOM).- La integración norteamericana avanzó poco después de dos días de reuniones en la localidad canadiense de Montebello entre los líderes de Estados Unidos, Canadá y México, marcadas por la incertidumbre de la llegada del huracán "Dean" a la península de Yucatán.
La tercera cumbre de la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN) terminó hoy con un acuerdo para establecer un Marco de Cooperación Normativa entre los tres países.
El acuerdo es una de las decisiones más destacadas de la cumbre que terminó entre carreras y prisas por la decisión del presidente mexicano, Felipe Calderón, de adelantar su salida de Canadá para atender personalmente las tareas de alivio tras el paso del huracán "Dean" por Yucatán.
En un comunicado conjunto, el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, y los presidentes de Estados Unidos, George W. Bush, y de México, Felipe Calderón, establecieron cinco áreas prioritarias para la colaboración trilateral durante el próximo año.
Se tratará de mejorar la competitividad global de Norteamérica, asegurar la seguridad de alimentos y otros productos, desarrollar energía limpia y sostenible, mantener las fronteras abiertas y preparar planes para emergencias ante catástrofes.
El paso de "Dean" por Yucatán permitió ver un pequeño ejemplo de la futura cooperación en materia de desastres.
El presidente Bush dijo que Estados Unidos estaba "listo" para prestar ayuda y Ottawa puso a disposición de la comitiva del presidente Calderón, una pequeña flotilla de helicópteros militares para acelerar su traslado de Montebello a Ottawa y facilitar su salida hacia México.
La cumbre también sirvió para que los tres países celebrasen reuniones bilaterales.
Bush y Calderón parecen haber avanzando en el desarrollo de un "Plan México" para la lucha contra el narcotráfico, el cual según el mandatario estadounidense será "robusto" y "eficiente".
"Cuando el paquete (de ayuda) esté desarrollado, será lo suficientemente robusto para lograr el objetivo compartido" de atajar la violencia derivada del narcotráfico en la frontera común, que es además una "responsabilidad compartida", explicó Bush.
Mientras, Calderón se esforzó en aclarar que no se trata de una copia del "Plan Colombia" porque "no queremos soldados estadounidenses trabajando en nuestro territorio", uno de los aspectos más sensibles de la idea.
Harper también se reunió con Bush para estudiar la seguridad fronteriza ante el temor que existe en Canadá de que el trafico de mercancías entre los dos países sufra por las crecientes medidas adoptadas por Estados Unidos tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.
Pero los dos líderes no consiguieron ningún avance espectacular y se limitaron a expresar su intención de seguir trabajando para mejorar la seguridad y tráfico fronterizos.
Donde tampoco llegaron a un acuerdo fue en la cada vez más conflictiva cuestión ártica.
Ottawa esperaba una clara muestra de apoyo de sus socios a las reclamaciones canadienses sobre el Ártico, después de las acciones de las últimas semanas de rusos y daneses, las dos naciones que también reclaman derechos en la región.
Pero Bush se limitó a señalar que entiende mejor la postura de Canadá pero que no está de acuerdo con la posición canadiense, especialmente en el tema de la soberanía del Pasaje del Noroeste.
Quizás muestra del escaso contenido de la Cumbre de Montebello ha sido la casi ausencia de incidentes entre la policía y los grupos que se oponen al proceso de integración norteamericana.
El domingo, cerca de 2.000 personas se manifestaron de forma pacífica en el centro de Ottawa, a unos 65 kilómetros al noreste de Montebello, y el lunes, al inicio de la cumbre, varios centenares de personas se acercaron al complejo turístico Chateau Montebello, sede de la reunión, para oponerse al encuentro.
Dos personas fueron arrestadas por la policía cuando un grupo de varias decenas de manifestantes bloqueó la puerta de acceso al recinto del Chateau Montebello. Pero más allá de esas detenciones la reunión discurrió con una ausencia casi total de incidentes aunque en medio de medidas de seguridad extremas. EFECOM
jcr/mla/fer
(con fotografías)
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