
Era el punto de referencia de Gianni Agnelli, anterior dueño de la casa Fiat, los días que estaba en Milán. El abogado pasaba allí incluso la noche y recordaba cómo había conseguido -evento único en la historia del club- que pudiese dormir uno de sus colaboradores, su inseparable Brunetto.
Leopoldo Pirelli, magnate de los neumáticos, era, en cambio, uno de los miembros históricos pero no de los más asiduos. El milanés Clubino, que en 2001 alcanzó los cien años de vida, sigue siendo uno de los más exclusivos círculos europeos para los vips de las finanzas y de la economía.
Miembros ilustres
La lista de sus miembros es larga. Entre las familias de empresarios, figuran los Tronchetti Provera, los Borletti, los Flack, los Moratti, los Bonomi, el rey de los supermercados Brunelli y Caprotti, Luca Cordero de Montezemolo, Giulio Malgara o Paolo Zegna. Pero también hay personajes del universo de las finanzas, como Gabriele Galateri de Genola, Federico Imbert de JP Morgan, Galeazzo Pecori Giraldi de Morgan Stanley. O profesionales como Carlo Pedersoli o Vita Samory.
Muchos nombres conocidos, a pesar de que algunos sostienen que los tiempos han cambiado mucho y que, en el nuevo mundo de los negocios, los círculos exclusivos han perdido un poco de su fascinación. Sin embargo, la barrera de la entrada está siempre bajada.
El último episodio de rechazo a una candidatura, que ocupó los honores de las portadas, fue la del círculo milanés a Alessandro Benetton, presentado por el banquero Gerardo Bragiotti.
Punto de encuentro
"El panorama de los lugares donde se reúnen los señores de las finanzas ha cambiado respecto a hace 30 ó 40 años. Ahora, se reúnen en las villas, en los círculos de golf, en los restaurantes, en los salones de la política, en vacaciones exclusivas o en yates", explica el abogado Roberto Casati, socio del estudio Clearly Gottlieb y decano de los togados.
Entre los miembros mas ancianos del Clubino, algunos recuerdan que, durante años, la hospedería, es decir la parte más reservada del círculo, era punto de encuentro de empresarios y banqueros que querían hablar de negocios. Desde Montedison a Telecom. Son muchos los poderosos que encontraron y encuentran en las estancias del club un lugar para discutir.
"Es evidente que en estos lugares también se habla de negocios -explica Mario D'Urso, uno de los miembros históricos, junto a su hermano Carlo y a su nieto Francesco del milanés Clubino y del neoyorquino Raquet-. Pero lo importante es hacerlo de una forma reservada, sin tener que sacar los papeles".
Los más selectos del mundo
Junto al Clubino, en una virtual intercomunicación de la mundanidad y del negocio, están el Boodle's de Londres, el Knickerbocker de Nueva York y el Nouveau Cercle de París. Londres es, en la actualidad, el principal feudo de los clubes financieros.
Precisamente, el Boodle's en la City -mil libras esterlinas al año por la inscripción- es el refugio, desde el lejano 1762, de muchos caballeros ingleses, conocido por haber sido frecuentado por políticos como Charles Fox, por el economista Adam Smith, por el actor David Niven o por Ian Fleming, el creador del agente 007.
En Londres, los clubes más ricos en historia son, además del Boodle's, el Reform club y el Rac (el Automóvil Club). Pero también tienen un puesto reservado al sol clubes como el White's y el Brook's. "En los gentlemen club, refugio de elegantes y vividores ingleses, los personajes de las finanzas nunca han sido tradicionalmente bienvenidos. Incluso hoy, utilizar el club para hacer negocios está mal visto", explica un abogado londinense del gabinete Sullivan & Cromwell.
Nuevas formas de hacer negocios
Y es que la gran banca está cambiando incluso las formas y los gustos de la City, y las nuevas generaciones prefieren conjugar lo útil con lo agradable, es decir los negocios con el tiempo libre.
"En Londres, las finanzas -explica un banquero que trabaja desde hace años en la City para Lehman Brothers-, hoy en día, son de los jóvenes. Círculos como Boodle's, Reform club o Rac están a rebosar en las horas de las comidas".
De ahí que los personajes de las finanzas opten por verse con mayor facilidad en los dining club, también ellos reservados sólo a los socios. Se trata de clubes nacidos más recientemente y con una actividad social más limitada respecto a los gentlemen club.
Entre los dining club de moda en Londres están el Mossiman's, el Harry's Bar y el George. "Otro lugar sólo para socios y que últimamente acoge a muchos financieros -explica un abogado de la City- es el night club Annabel's. ¡Se dice que es el único night club que ha sido visitado por la Reina!"
Es precisamente el Annabel's, donde antaño Aristóteles Onassis llevaba a bailar a Jacqueline Kennedy, el que fue cedido recientemente por su propietario, Mark Birley, por 125 millones de libras esterlinas a Richard Caring, el propietario del famoso restaurante londinense The Ivy.
De Londres a París
Londres es el espejo de lo que está pasando en París y en Nueva York, seguramente las otras dos ciudades del mundo que mejor saben conjugar los negocios y el tiempo libre. En París, el predominio del Nouveau Cercle está siendo cuestionado por círculos como el Automobile Club de la plaza de la Concorde, frecuentado sobre todo por hombres de negocios.
Muy conocido es también el Interallié, donde dominan los abogados. Y debajo de la Torre Eiffel hay un club para cada categoría profesional. Así, el Travellers Club está frecuentado por hombres de negocios sobre todo extranjeros, mientras el Jockey Club es el punto de encuentro de los nobles un poco decadentes en la actualidad.
En Roma están funcionando muy bien algunos círculos nacidos en los lugares de encuentro del centro histórico. Así, el Breakfast & Finance, nacido hace 15 años como lugar de encuentro de miembros de las finanzas y de la economía en horario matutino, entre las 8 y las 9:30. Entre sus clientes, muchos ministros: por ejemplo, Pierluigi Bersani.
También está teniendo éxito el Diplomatia, círculo donde se reúnen políticos, embajadores y empresarios. Aquí se ve a menudo al consejero delegado de ENI, Paolo Scaroni y, cuando está en Roma, es el lugar preferido de Javier Solana.