
Unas cuantas horas más de "sufrimiento" y de incertidumbre antes de que todos los harrypoterianos del mundo descubrieran el secreto. ¿Sobrevivirá el aprendiz de mago más famoso del planeta y seguirá en la lucha? ¿Qué les pasará a sus amigos, Ron y Hermione: amor o muerte? ¿Valdemort será derrotado para siempre jamás?
Hace ya días que en Internet se hacen previsiones, y hay páginas enteras del ejemplar -no se sabe si oficial- de la edición americana. Las páginas del libro disponibles en algunos de estos sitios web (uno de ellos ofrecía incluso la posibilidad de descargarse gratuitamente el libro, una iniciativa totalmente ilegal) eran 759, las mismas de la edición en papel americana del libro, lo cual hace suponer que los hackers estarían utilizado un ejemplar auténtico.
El editor americano Scholastic y el inglés Bloomsbury han interpuesto querellas judiciales y minimizan la cuestión. Se trata de fantasías, dicen. Pero según algunos rumores, Harry sobreviviría para después casarse y tener hijos (en un epílogo fechado 19 años después); Valdemort y Piton morirían, mientras Ton y Hermione se casarían. En cambio, según otros, Ron muere.
El momento más esperado
En definitiva, cierto o no, poco importa. Lo decisivo es que la expectación ante el éxito final de la saga editorial más importante de los últimos años y de los próximos es incontenible. Sus misterios fueron desvelados a medianoche del día 21 de julio. En todas las librerías del planeta, el libro terminó por fin en manos de los lectores.
En ese mismo momento, J. K, Rowling (la autora) en persona comenzó a leer en el Natural History Museum de Londres las páginas de Harry Potter and The Deathly Hallows (título de su último episodio) para los 500 afortunados lectores que, elegidos por sorteo, escucharon de viva voz de la autora los últimos secretos del libro.
Máxima seguridad
En cualquier caso, la trama de Harry Potter fue tratada como uno de los secretos industriales más delicados y mejor guardado y protegida con extraordinarias medidas de seguridad. Y a pesar de las revelaciones de los hackers, el libro estuvo tan bien custodiado que las ventas estarán a la altura de los gastos realizados para mantener el suspense.
Los editores invirtieron cerca de 20 millones de dólares para entregar intactos a sus clientes los ejemplares del libro. Absoluto secreto sobre el lugar de impresión, entrega a las librerías en plena noche, empleados obligados a guardar secreto (con acuerdos legales), poquísimas personas en el seno de la propia editorial conocen el libro en su totalidad.
Pero la que rompió el silencio fue la tienda online Deepdiscount.com, contra la que la Scholastic ya ha anunciado acciones legales. La "maquinaria organizativa" para ocultar al aprendiz de mago de los ojos indiscretos funciona desde hace meses, pero, en paralelo, los expertos en marketing editorial saben perfectamente cómo filtrar precisamente aquello que sirve para alimentar la expectación y el morbo.
Los secretos mejor guardados
El frenesí de las horas anteriores de la salida al mercado del libro devoró a los medios de comunicación. En Inglaterra, el anuncio de un documental de la cadena ITV sobre J. K. Rowling dejaba entrever el comienzo de The Deathly Hallows (el título español todavía no se ha decidido y podría ser HP y las reliquias mortales, Hp y los espíritus mortales o HP y el rito mortal, y habrá que esperar unos meses para poder traducirlo). Eso bastó para que el documental terminase en las primeras páginas de los periódicos, que lucharon por publicar una línea más que el vecino y estirarlas lo máximo posible.
El comienzo, pues, dice: "Capítulo 1. El descenso del Señor Oscuro. Los dos hombres surgieron de la nada, a pocos metros de distancia uno del otro en el pequeño vehículo iluminado por la luna. Durante un momento, permanecieron inmóviles...". Etc.
J K. Rowling dijo que la última palabra del final sería "cicatriz", pero, hoy, esa información no parecía tan segura. En una entrevista en el New York Times, Jim Dale, la voz de Potter en la versión CD (el libro grabado consta de 24 horas de lectura en total), admitió que "el final es sorprendente", pero sin decir nada más.
Éxito de ventas
En cuanto a las ventas, el libro navega a todo trapo. En Inglaterra se han encargado ya dos millones de ejemplares. La empresa postal británica está planificando, desde hace meses, la gestión de los 600.000 ejemplares pedidos por este medio. La Royal Mail ha añadido 180 aparcamientos más de los que suele utilizar. En Amazon, las reservas han sido de una cada cinco segundos, desde que se puso en marcha la posibilidad de reservar.
El marketing editorial, en los países anglosajones, es algo que se hace realmente bien. Al contrario sucede en Israel, donde el libro se ha convertido en una polémica nacional, con un enfrentamiento entre los libreros, el Gobierno y los rabinos, que quieren impedir su venta durante el shabbat. Pero quizás Harry haga otra de sus magias: cambiar un sábado israelita en un largo viernes de fascinación. Por la lectura, se entiende.