PARÍS (Reuters) - Los sindicatos franceses celebrarán una huelga nacional la próxima semana contra un plan para reformar el sistema de pensiones y quieren que el Gobierno abandone su idea de elevar la edad de jubilación con beneficios completos, dijo el miércoles un líder sindical.
François Chereque, cuya federación CFDT es una de las mayores que llama a una paralización de un día el 7 de septiembre, dijo que los cambios propuestos por el Gobierno no eran suficientes para que ellos finalizaran su oposición al proyecto, que será presentada al parlamento la próxima semana.
"Unos pocos cambios no alteran nuestra evaluación general, nuestro desacuerdo básico a la legislación", dijo Chereque al periódico Le Monde en una entrevista publicada el miércoles.
El ministro del Trabajo, Eric Woerth, ha sugerido que el Gobierno conservador del presidente Nicolas Sarkozy estaría dispuesto llegar a un acuerdo en las previsiones relativas a trabajos arduos, pensiones múltiples, y personas que comenzaron a trabajar a temprana edad.
Sin embargo, el Gobierno ha dicho que no hará concesiones en el aspecto clave del proyecto: elevar la edad mínima de jubilación desde 60 a 62 años en un esfuerzo para equilibrar las pérdidas del sistema francés de pensiones para 2018.
El Gobierno reveló planes en junio para revisar el sistema de pensiones por reparto y sanear las finanzas estatales, advirtiendo que sin mayores cambios el sistema dejaría déficits anuales por 100.000 millones de euros (128.000 millones de dólares) para 2050.
Chereque reconoció que los sindicatos buscaban concesiones en las tres áreas mencionadas por Woerth, pero aseguró que las propuestas de elevar la edad de jubilación con beneficios completos a 67 desde 65 años era otra área importante donde se requerían cambios.
"La edad de jubilación con beneficios completos debe permanecer en 65 años", dijo, agregando que su sindicato estaba pidiendo al Gobierno mantener este umbral al menos hasta 2018.
El líder sindical dijo que no había participado en conversaciones directas con el Gobierno desde el 14 de julio, por lo que no estaba al tanto de la idea central de las propuestas de modificación de Woerth. Criticó al Gobierno de Sarkozy por su autoritario estilo de negociación.
"Este no es un país, es un cuartel militar", aseguró.
Chereque reiteró comentarios del líder sindical Bernard Thibault, jefe de la poderosa federación CGT, de que los sindicatos apuntaban a una protesta al menos lo suficientemente fuerte como la manifestación del 2 de junio contra la reforma que convocó millones de personas. La policía dijo que sólo 800.000 personas acudieron a esa protesta.
Trabajadores en sectores desde el transporte público a profesores han dicho que no estarán en sus trabajos el martes. Los trabajadores de hospitales garantizarán sólo servicios de emergencia.
Sarkozy, cuyos niveles de aprobación han permanecido cerca de sus mínimos récord, ya afronta críticas de grupos de derechos humanos, de la oposición socialista y desde su propio gabinete por una ofensiva contra la delincuencia que está destinada a los gitanos que viven ilegalmente en Francia.
También debe decidir este mes complicados recortes al presupuesto del próximo año.