
Algunos de los inversores del todopoderoso banco Goldman Sachs están en pie de guerra y parece que la Comisión de Mercados y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) les ha ofrecido la munición necesaria para forzar la salida de su consejero delegado y presidente del consejo de administración, Lloyd Blankfein.
Con la nueva regulación que facilita a los inversores de las compañías estadounidenses nominar nuevos miembros a los consejos de administración, parece que los detractores han encontrado la moneda de cambio perfecta para borrarle del mapa.
Julie Tanner, directora de inversiones en Christian Brothers Investment Services, explicó a la publicación Crain's que "definitivamente estamos buscando una campaña contra Goldman". Cabe recordar que esta entidad ya introdujo una resolución en la última junta de accionistas, celebrada la pasada primavera, con la que intentó sustituir a Blankfein como presidente del Consejo de Administración de Goldman.
Según indicó Aaron Elstein, autor del artículo, Goldman se ha convertido en el objetivo número uno tras las nuevas medidas adotadas por la SEC después del caso de fraude que azotó a la compañía y que se saldó con una multa de 550 millones de dólares y el banco no pidiendo perdón por lo ocurrido.
Búsqueda de aliados
De todas formas, a día de hoy, el porcentaje de Goldman en manos de Christian Brothers es mínimo, con 63.000 títulos o un 0,012% del accionariado. Sin embargo es cierto que la entidad, que cuenta con activos por valor de 3.600 millones de dólares, podría estar buscando aliados entre una veintena de grandes fondos de pensiones, como el Sistema Público de Pensiones de California, que tienen en su poder alrededor de un 2,8% de las acciones de Goldman.
Así si finalmente estos grupos de inversores consiguieran unir sus fuerzas, probablemente conseguirían el 3% necesario para poder nominar a sus propios directores en el consejo.
Durante la última junta de accionistas del banco, celebrada el pasado 7 de mayo, los intentos por destituir a Blankfein cayeron en saco roto. Una accionista del banco aseguró a elEconomista que no se quedaría satisfecha si Goldman pactase una multa con la SEC, "creo que las consecuencias deben ir más allá del dinero", apuntó. Durante la reunión, algunos inversores, como Evelyn Y. Davis tacharon a la entidad como "un nido de nepotistmo", sin embargo, no consiguieron pasar la propuesta de destitución del actual presidente del consejo.
Motín entre los inversores
Aún así, el máximo ejecutivo de Goldman no pudo evitar sonreir cuando uno de sus inversores se levantó y dijo "Blankfein está haciendo un buen trabajo, Goldman Sachs vela por sus accionistas", justo en el momento de votar una de las siete propuestas presentadas. Precisamente esa medida apostaba por la división del papel de consejero delegado y presidente del consejo.
De momento, los buenos resultados de Goldman, que ha ganado 3.700 millones de dólares en la primera mitad del año, hacen poco probable que este motín entre los inversores más rebeldes de su accionariado llegue a buen puerto pero vuelve a poner en el disparadero la figura de Blankfein.
El CEO ha levantado ampollas desde que el escándalo de fraude sacudiese al banco e, incluso, algunos sueñan con la posibilidad de la vuelta de Henry Paulson, secretario del Tesoro durante los últimos años de la era Bush y antiguo capitán de Goldman.