El ejecutivo cimentó el crecimiento rentable sobre las compras de BellSouth y O2
madrid. Diez años, justo diez años. Hoy se cumple el décimo aniversario de César Alierta al frente de Telefónica, y el presidente de la cuarta compañía de telecomunicaciones del mundo tiene argumentos para resumir su trayectoria con dos palabras: crecimiento rentable.
Desde el 26 de julio de 2000 hasta la fecha, la compañía ha duplicado sus ingresos y Oibda, ha triplicado con creces sus beneficios y ha multiplicado por cuatro sus clientes. Con semejante palmarés, la teleco puede presumir durante su última década de haber dado el mayor salto de cuantitativo y cualitativo de sus 86 años de historia. Fuentes de la multinacional consideran que la clave de estar disfrutando ahora del mejor momento de la vida de la corporación se debe a su capacidad para reinventarse, así como a su apuesta por la diversificación, tanto geográfica como de actividades. "Telefónica ha sabido adaptarse a las condiciones cambiantes de su sector, anticipándose a las tendencias". Por todo lo anterior, fuentes del operador apuntan que la suya es "la mejor compañía global de comunicaciones del mundo digital".
Alierta ya formaba parte del consejo de la teleco desde enero de 1997, por lo que conocía de sobra la potencialidad de su compañía cuando asumió el mando en el 2000. Aquel fue el año del estallido de la burbuja puntocom y de la depreciación de las licencias de UMTS. Fueron tiempos difíciles que exigían mano firme e ideas claras. Así, el ejecutivo aragonés apostó por el crecimiento de la compañía, tanto orgánico como por adquisiciones, prestando especial atención a los accionistas y los clientes. Así Telefónica reforzó su posición en México y luego firmó la joint venture con PT en Brasil, ahora de tan rabiosa actualidad. Posiblemente, el principal hito de los diez últimos años fue la compra de las operadoras de móviles de BellSouth en Latinoamérica. Aquella adquisición convirtió a Telefónica en la operadora líder de habla hispana y abrió un nuevo mundo, que ahora es el motor de crecimiento del grupo. Comparable a lo anterior fue la adquisición de la británica O2 en Europa, así como la alianza industrial con Telecom Italia y la entrada en China Unicom, cuyas semillas no han hecho más que plantarse.
Con semejantes logros, Telefónica se ha convertido en la referencia global de una sociedad digital, sólo superado en capitalización en su sector por China Mobile, AT&T y Vodafone. Los diez últimos años de Telefónica sólo son el principio de una historia cuyo futuro se escribe a diario en 25 países del mundo.