ARCELOR
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Alexei Mordashov, el empresario de moda en Rusia, es uno de los hombres cercanos a Putin más europeizados
Si el magnate indio Lakshmi Mittal hubiese nacido en Rusia su trayectoria empresarial tendría un parecido más que razonable con la de Alexei Mordashov, el dueño del grupo siderúrgico Severstal, que ha anunciado su fusión con el gigante europeo Arcelor.
El propietario de Mittal Steel, que corteja a Arcelor sin su permiso, ya estaba fundando en Indonesia la primera factoría internacional de Ispat a los 26 años. Con tan sólo 27 años, el Hombre de Hierro -como le conocen en el negocio a Mordashov- fue nombrado director de finanzas de Severstal, cuando éste todavía era un grupo público. Era el comienzo de una trayectoria empresarial meteórica.
Su primer gran encargo fue la privatización de la compañía en 1993. La tarea llegaba en un momento muy delicado porque la creación de la Federación Rusa apenas había cumplido dos años y el intento de golpe de estado de 1991 todavía estaba muy reciente. No lo tuvo que hacer nada mal: a los tres años de la operación fue premiado con la dirección general de la compañía y, en el año 2002, fue nombrado consejero delegado del grupo.
Un hombre cercano al Kremlin
Mordashov se mueve con soltura entre el mundo empresarial ruso y el occidental. De hecho, la crítica le considera como uno de los magnates cercanos al Kremlin más europeizados e independientes, pese al peligroso entorno de empresarios relacionados con la mafia que se ha instalado en Moscú.
En el caso del dueño de Mittal Steel, nadie duda de su categoría profesional en la City londinense y en el mundillo económico anglosajón. Fama que ha chocado cuando el empresario indio ha cruzado el Canal de la Mancha para conquistar el corazón de los inversores de la Europa Continental.
Cuando el pasado viernes, Arcelor anunciaba su proyecto de fusión con Severstal, poco se conocía de este multimillonario ruso. Aunque su fortuna es mucho más modesta que la de Lakshmi Mittal, no es para tomársela a la ligera. La revista Forbes asegura que amasa 1.200 millones de dólares y ocupa el puesto 348 en el ranking mundial de los más ricos. La prensa rusa multiplica por cuatro su patrimonio, hasta los 4.900 millones de dólares.
Sus mayores detractores aseguran que una de las razones por las que ha aceptado fusionarse con Arcelor es sacar parte de su fortuna de Rusia.
Más coincidencias. La amistad del empresario ruso con Vladimir Putin, presidente de su país, es tal que le comentó los detalles de la operación antes de anunciarla. La estrecha relación entre Lakshmi Mittal y Tony Blair, primer ministro británico, ha dado de que hablar en la prensa de Reino Unido.
Otro punto en común. Guy Dollé, presidente de Arcelor, no es santo de devoción de ninguno de los dos. Las razones de Lakshmi Mittal son evidentes tras su plantón en el intento de opa. Pero que Mordashov y el número uno del grupo europeo no congenien es más extraño y casi desconocido.
"Se ha llegado a decir que el ruso y su colega francés se odian mutuamente y que sólo les une el interés común por fusionar sus empresas", explican desde el sector. Puede que sea una exageración, pero en las últimas comparecencias conjuntas de Arcelor y Severstal, Mordashov y Dollé nunca salen juntos en la foto. El magnate ruso siempre ha estado flanqueado en sus intervenciones por Joseph Kinch, presidente de la empresa nacida de la fusión de la compañía luxemburguesa Arbed, la francesa Usinor y la española Aceralia.
A los dos les gusta controlar los negocios de cerca. Si Mittal Steel ha sido criticada por Arcelor porque más del 90 por ciento de la compañía está controlada por la familia india, Mordashov es el dueño del 89,6 por ciento de Severstal y podría llegar a controlar el 95 por ciento del grupo en breve. Ninguno de los dos millonarios puede presumir de que su empresa sea un buen ejemplo de gobierno corporativo.
Mecenas de la cultura
Pero en el terreno cultural, Mordashov juega con ventaja. Se le podría considerar un auténtico mecenas de su patria. Amante del arte y los deportes, participa en el Consejo de Tutores del célebre Teatro Bolshoi, la Galería Tretiakov (que alberga la mejor colección de iconos rusos del mundo) y la Federación Rusa de Ajedrez.
Si a eso le unimos su prestigio en el mundo económico -fue uno de los miembros del equipo de trabajo que incluyó a Rusia en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y capaz de reformar la política aduanera-, tenemos el yerno que toda suegra soviética querría para su hija.
Además del parecido razonable entre la trayectoria de los dos empresarios, la política industrial de Mittal Steel y Severstal no es, ni mucho menos, antagónica. Salvando las evidentes diferencias de tamaño, la empresa que cotiza en Rotterdam produce al año 60 millones de toneladas y el grupo ruso, 17 millones, a las dos compañías no les gusta depender de terceros a la hora de abastecerse de mineral de hierro, la materia prima con la que se elabora el acero y que más puede encarecer el producto final.
Severstal es dueña de cuatro grandes minas en Rusia, con unas reservas de casi 2.000 millones de toneladas de mineral de hierro. Mittal Steel tiene una gran despensa en África (Liberia y Senegal). En los dos casos, la materia prima está situada estratégicamente para suministrar en un tiempo razonable a las plantas europeas de Arcelor. En Brasil no le hace falta. La compañía presidida por Guy Dollé se auto abastece sin tener que salir del país.
Arcelor, fuerte en automóviles
El negocio estrella de Arcelor son los productos planos, la chapa para la fabricación de automóviles y, en menor medida los productos largos, empleados en construcción. Severstal cuadraría con esta política. En la industria del automóvil, el grupo ruso tiene una fuerte presencia en Estados Unidos a través de su filial SNA (Severstal North America). que abastece a grandes fabricantes como Ford, General Motors y Daimler Chrysler.
Mittal Steel también aprobaría el examen de los productos planos. Colabora con el negocio de la automoción estadounidense en el mismo corazón del país con su filial Mittal Steel USA.
Pero no todo son parecidos entre los grupos siderúrgicos que quieren ganarse la confianza de Arcelor. Si la fusión con Severstal sale adelante, el 60 por ciento del negocio seguirá generándose en Europa. Si la opa hostil de Mittal Steel triunfara, el nuevo gigante facturaría bastante menos en Europa, donde la empresa anglo-india ingresa el 38 por ciento de su facturación total.
Aquí, Mittal partiría con ventaja si su oferta fuera valorada por Arcelor. El consejero delegado de la compañía europea, Guy Dollé, se puso como meta hace tres años que más de la mitad del negocio del grupo siderúrgico se logrará fuera del Viejo Continente en el año 2010. Su unión con Mittal cumpliría este objetivo cuatro años antes.
Escenario común: La antigua URSS
Volviendo a las similitudes entre Severstal y Mittal Steel, ambos grupos siderúrgicos tiene fuerte presencia en países que, en su día, pertenecieron a la Unión Soviética. El grupo dirigido por Mordashov, por razones obvias, tiene buena parte de su negocio en Rusia . La empresa del empresario indio tiene propiedades en Ucrania tras la adquisición de una fábrica en noviembre de 2005.
Arcelor siempre ha querido entrar en este mercado porque considera que capitaneará en el futuro el crecimiento de la demanda mundial de consumo de acero junto a China e India. El grupo europeo ya intentó el asalto a las instalaciones ucranianas que ahora son propiedad de Mittal Steel.
Ayer parecía que Alexei Mordashov le estaba leyendo el pensamiento a sus socios porque, en una entrevista con Financial Times, explicaba que el nuevo gigante siderúrgico que nacerá tras la fusión entre Arcelor y Severstal tiene como objetivo producir los cien millones de toneladas a través de compras en mercados estratégicos como Brasil, India, China y EE UU. Se nota que ya empiezan a entenderse.