
París, 20 jun (EFECOM).- El primer y ambicioso, pero también polémico, proyecto de ley económico que recoge promesas electorales estrella del nuevo presidente francés, el conservador Nicolás Sarkozy, fue aprobado hoy en Consejo de ministros.
El texto incluye la prometida reforma de las horas extraordinarias, encarnación del eslogan "trabajar más para ganar más", y diversas rebajas fiscales, un paquete cuyo coste anual se estima en 11.000 millones de dólares y con el que Sarkozy y su primer ministro, François Fillon, quieren crear "un shock de confianza" para relanzar el crecimiento de la economía.
El Consejo de ministros era el estreno del segundo Gobierno de François Fillon, tras la remodelación anunciada ayer, dos días después de la ronda final de las elecciones legislativas, decepcionantes para el partido conservador gobernante, UMP, aunque mantiene su mayoría absoluta en la cámara de los diputados.
Fue la nueva ministra de Economía, Finanzas y Empleo, Christine Lagarde, primer mujer en desempeñar esta Cartera, la encargada de presentar el llamado proyecto de ley "en favor del trabajo, el empleo y el poder adquisitivo".
El proyecto, uno de los cuatro que el Gobierno quiere ver adoptados por el Parlamento en la sesión extraordinaria de julio, supone un nuevo golpe a la ley de las 35 horas semanales de trabajo, que fue una reforma estrella del antiguo gobierno de izquierdas (1997-2002).
La medida suprime para los asalariados los impuestos y cotizaciones sociales de las horas extraordinarias, que serán pagados un 25 por ciento más que las normales.
Las empresas, por su parte, se beneficiarán de reducciones de cotizaciones -mayores para las de menos de 20 asalariados-, para alentarlas a aumentar el número de horas extraordinarias.
Los trabajadores a tiempo parcial también verán desgravadas sus llamadas "horas complementarias" dentro de ciertos límites.
Los sindicatos han denunciado la reforma de las horas extraordinarias y, como ciertos economistas, piensan que se trata de una medida costosa para todos y que no reducirá el paro.
El proyecto de ley, por otra parte, establece un "escudo fiscal" por el que los impuestos directos y las retenciones sociales no podrán superar el 50% de los ingresos, en lugar del 60% actual.
Los acomodados que pagan el Impuesto sobre la Fortuna (ISF) podrán reducir su factura fiscal en hasta 50.000 euros si invierten en pequeñas y medianas empresas o en organismos de interés general.
Para fomentar el acceso de los franceses a la propiedad de su vivienda, se prevé un crédito fiscal igual al 20% de los intereses del préstamo hipotecario para la compra de la residencia principal. Esa desgravación no podrá superar los 3.750 euros para un soltero y los 7.500 para una pareja.
Por otra parte, el texto suprime del todo los derechos de sucesión para el viudo o viuda o pareja superviviente, y amplia la desgravación de donaciones a los nietos.
Los estudiantes de hasta 25 años que trabajan para financiar sus estudios no pagarán impuestos sobre su salario, siempre y cuando no supere el triple del sueldo mínimo.
Finalmente, el proyecto condiciona la atribución de "paracaídas dorados" a directivos de empresas a los resultados obtenidos en su gestión, e incluye medidas sobre las opciones sobre acciones, con el fin de "moralizar" la vida económica.
La izquierda ha denunciado el "paquete" como "regalos fiscales" a los privilegiados, mientras que los economistas dudan de que ciertas de sus disposiciones fomenten el crecimiento, además de preocuparse por el riesgo de un aumento del déficit público. EFECOM
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