Economía

Ambicioso plan de rebajas fiscales de Sarkozy suscita críticas

(actualiza con reacciones de los sindicatos y la patronal)

París, 7 jun (EFECOM).- El ambicioso paquete fiscal elaborado por el Gobierno del presidente francés, el conservador Nicolas Sarkozy, para fomentar el trabajo y el poder adquisitivo de los activos suscitó hoy las críticas de la oposición de izquierdas y centro.

El líder socialista François Hollande advirtió de que "para compensar estos regalos fiscales", que evalúa en 15.000 millones, el Gobierno deberá aumentar el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) entre dos y tres puntos, y el centrista François Bayrou denunció que las medidas "no están financiadas" y "agravarán el déficit" público.

El llamado plan sobre "el trabajo, el empleo y el poder adquisitivo", cuya factura alcanza los 11.600 millones de euros en 2008, según el diario económico "Les Echos", fue enviado anoche al Consejo de Estado con vistas a su presentación ante el Consejo de ministros el 20 de junio.

O sea, tres días después de la segunda y última ronda de las elecciones legislativas del 17 de junio, en las que los sondeos vaticinan la amplia victoria de la derecha.

Según el proyecto, en el que se plasman las promesas electorales de Sarkozy durante las Presidenciales y, en particular, su eslogan de "trabajar más para ganar más", las horas extraordinarias que quiere fomentar estarían totalmente exoneradas de impuestos.

Esta reforma de las horas extraordinarias (pagadas un 25% más que las normales), que debe entrar en vigor el primero de octubre próximo y que supondrá también la exoneración de cotizaciones sociales para asalariados y empresas, costará entre 5.000 y 6.000 millones de euros, según el primer ministro, François Fillon.

Tres de los cinco principales sindicatos -CGT, CFDT y CFE-CGC- se pronunciaron contra la reforma de las horas extraordinarias, que, dijeron, va a "aumentar las desigualdades" sin garantizar un impacto positivo para el empleo y cuyo coste de "varios miles de millones de euros" será "soportado por el conjunto de la colectividad".

La principal patronal, el Medef, consideró que las medidas "reflejan la concienciación colectiva del coste de trabajo demasiado elevado que penaliza a la empresa y al asalariado", si bien para los empresas de menos de 20 asalariados los efectos son "inciertos".

Por lo demás, el Medef indicó que "la arquitectura" del proyecto de ley en general es "estimulante para todos"; trabajador, inversor, empresario y a la persona que aspire a la propiedad de su vivienda.

El texto prevé que parte de los intereses de los préstamos hipotecarios para la compra de la residencia principal podrá deducirse del impuesto sobre la renta, que se eliminarán los derechos de herencia para el viudo o la viuda, y que se triplicará el monto desgravado de las donaciones a los hijos.

En virtud del llamado "escudo fiscal", el total de impuestos directos no podrá superar el 50% (en lugar del 60% actual) de los ingresos anuales de los contribuyentes, quienes podrán beneficiarse de la medida desde enero de 2008.

Otras medidas del paquete permitirán a los contribuyentes acomodados reducir la factura del Impuesto sobre la Fortuna (ISF) en hasta 50.000 euros, con inversiones en pequeñas y medianas empresas o en organismos de investigación o fundaciones de interés público.

El texto prevé asimismo ampliar la desgravación del trabajo de los estudiantes para financiar sus estudios.

Finalmente, encuadra más estrictamente la atribución de "paracaídas de oro" (primas de partida) para los directivos de empresas al condicionarla a los resultados de su gestión.

Y modifica las reglas sobre las opciones sobre acciones, que las empresas ya no podrán distribuir con un descuento, por lo que las ganancias generadas no serán inmediatas ni gratuitas.

Con este ambicioso paquete, que la prensa tacha de "revolución fiscal", Sarkozy y su primer ministro quieren crear un "choque psico-económico" e "invertir las tendencias en la sociedad" para transformar "un círculo vicioso en virtuoso".

Mientras los expertos se preguntan sobre el efecto económico de las medidas, el socialista Hollande afirmó que son "a la vez desfavorables para la contratación" de trabajadores "e incluso, paradójicamente, para el poder adquisitivo", y vaticinó que además alentarán "considerables fraudes".

Por su parte, el centrista Bayrou advirtió de que el paquete "agravará el déficit": "se dan ventajas fiscales, se distribuye dinero pero se sabe muy bien que de ese dinero no tenemos ni el primer euro", afirmó. EFECOM

al/ac/prb

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky