
AIRBUS
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Ocupar un puesto de importancia en una empresa francesa tiene, además de las ventajas propias de un cargo de esas características, otra serie de virtudes monetarias con respecto a sus homólogos comunitarios. No sólo se cobran sueldos elevados, sino que los incentivos que reciben al retirarse son los más cuantiosos de toda la Unión Europea.
Según un estudio del gabinete de consultores estratégicos en recursos humanos, Hay Group, publicado por el diario económico francés La Tribune, los consejeros delegados en Francia son los que más provecho sacan de los golden parachutes de toda Europa.
Los más cuantiosos de Europa
El informe revela que los incentivos económicos que recibe un directivo al abandonar su puesto en la empresa son mucho más altos en Francia. Las compañías ubicadas en el país galo retribuyen a sus altos cargos con las comisiones "más desahogadas de Europa". De hecho, Hay Group añade que "sólo la mitad de los ejecutivos americanos se aprovecha de 'regalos de adiós' superiores".
En comparación con otros países europeos, un directivo francés obtiene "un 200 por ciento del total de su salario y los pagos extra" cuando abandona una empresa gala, una cifra inédita en el resto de Estados miembro.
Eso sí, Francia destaca en la transparencia con la que se desembolsan estas bonificaciones, algo no tan frecuente. "La transparencia en esta materia es de un muy buen nivel si se compara con los niveles estándar europeos", explica el informe.
Ejemplos recientes
Noël Forgeard y Jean-Paul Gut constituyen dos buenos ejemplos de directivos que han recibido 'golden parachutes' en Francia. Gut fue hasta ayer director general delegado de EADS (EAD.PA), el consorcio aeronáutico y aeroespacial europeo. Su salida de la sociedad paneuropea se confirmó ayer, con un 'pago de despedida' cifrado en 2,8 millones de euros.
Por su parte, Forgeard, ex presidente de la constructora aeronáutica de EADS, Airbus, entre 1998 y 2005 y antiguo copresidente ejecutivo del consorcio europeo entre 2005 y 2006, ingresó 8,4 millones de euros al cesar en su empresa en concepto de primas de "no competencia" e indemnizaciones.
En la actualidad, el Ministerio galo de Economía prepara una reforma de los 'golden parachutes'. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha insistido en su voluntad de que no se "remunere el fracaso" en su país.