
Los administradores concursales de Afinsa están decididos a llevar adelante la venta de la filial Philagroup, compuesta por un conjunto de sociedades de varios países dedicadas a la venta al por mayor de filatelia mediante contratos con administradores postales.
Encima de la mesa hay una oferta de 800.000 euros hecha por Phi Hol ApS, una empresa danesa de la que hasta el momento nada se sabe. Sin embargo, los administradores han renunciado a investigar quién se encuentra detrás de esa sociedad, a pesar de que el juez mercantil les requirió para que informaran si Phi HolApS tiene o ha tenido alguna relación directa o indirecta con Afinsa o con alguna de las sociedades del grupo.
¿Un testaferro?
El problema es que esa sociedad podría estar actuando como un testaferro o un simple mediador dispuesto a vender luego las participacioones de Philagroup a los accionistas de Afinsa. A raíz de la intervención de las empresas filatélicas por orden de la Audiencia Nacional, se prohibió a los ex directivos volver a poner en marcha cualquier actividad relacionada con el negocio de los sellos.
Sin embargo, los administradores consideran suficiente que la sociedad compradora declare su desvinculación con los ex directivos de Afinsa en un documento. "Cualquier otra opción, como sería una investigación amplia y profusa a través de una agencia de detectives mercantiles, podría tener un coste elevado y desproporcionado a los fines que se pretenden", argumentaban los administradores en un escrito al juez.
Íntimo de Cano
Sin embargo, la posibilidad de que los ex directivos de Afinsa estén detrás de la operación no son descabelladas. En las conversaciones preliminares con la sociedad compradora ha jugado un papel determinante, como reconocen los propios administradores concursales, Mario Gorreo, quien ha dirigido el grupo Philagroup desde Suiza desde hace algunos años. Gorreo es, además, un hombre de la máxima confianza de Juan Antonio Cano, ex presidente de Afinsa.
Otra de las cuestiones que puden suscitar el rechazo a la operación pro parte de los representantes de los afectados es el precio de la operación. Para valorar el grupo, se ha pedido un informe a la consultora Expheria, que ha situado el valor del conjunto de empresas como máximo en 500.000 euros.
Sin embargo, no se ha pedido un informe paralelo ni se ha cotejado con otras valoraciones. ¿Cómo saber si es un precio ajustado a mercado?
Ahora, las partes personadas en el procedimiento concursal tienen cinco días para presentar alegaciones a la venta. El juez mercantil, José Manuel de Vicente, decidirá si se accede por fin a las pretensiones de la misteriosa Phi Hol ApS.