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Conservación de recursos genéticos acuáticos mejorará seguridad alimentaria

Roma, 11 jun (EFECOM).- La falta de una gestión coherente de los recursos genéticos de la pesca "se está convirtiendo en un serio problema", por lo que se necesitan medidas internacionales que garanticen su conservación para mejorar la seguridad alimentaria mundial, según la FAO.

Este es uno de los puntos de partida de la Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura (CRGAA) de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que se reúne desde hoy hasta el próximo día 15.

El rápido crecimiento de la acuicultura y la sobreexplotación de las pesquerías han creado una situación en la que el uso irresponsable de los recursos naturales "puede tener un impacto negativo a nivel medioambiental y social", según un documento del departamento de Pesca y Acuicultura de la FAO.

El éxito de una transición hacia una pesca y acuicultura "más responsables, sostenibles y productivas dependerá en gran medida de una gestión eficaz de los recursos genéticos", agrega el texto.

Sin embargo, la información genética no es fácil de obtener, por el momento no es muy utilizada en la gestión de la pesca y no se han desarrollado lo suficiente los mecanismos para conservar la diversidad genética.

La diversidad genética es una ayuda para que las especies puedan adaptarse a la transformación de los hábitat marinos, debido al cambio climático, el desplazamiento de especies exóticas y el desarrollo humano.

Sin embargo, para desarrollar las políticas y las formas de gestión necesarias para responder a estos retos, es necesaria más información y aumentar la capacidad de utilizarla, indica la FAO.

Contar con información más detallada sobre los recursos genéticos marinos dará una "visión mucho más precisa" del estado de las poblaciones de peces y ayudará a poder ajustar medidas como el cierre estacional de los caladeros o el establecimiento de las cuotas de capturas.

También servirá para arrojar luz sobre la interacción entre los peces en libertad y los de cría, una cuestión "que causa cada vez mayor preocupación".

La genética tiene también "un papel clave" para ayudar a la acuicultura a satisfacer la creciente demanda mundial de pescado, pues para 2030 se necesitarán 40 millones de toneladas de pescado adicionales al año para cubrir la demanda mundial.

La acuicultura, que ya proporciona el 44% del pescado que se consume, "es la vía indicada para alcanzar esta meta", pero aún hay "algunas dudas sobre si será posible lograrlo".

Esta es la primera vez que la CRGAA, compuesta por 167 miembros más la Unión Europea, afronta cómo gestionar mejor la diversidad genética de los océanos, mares, lagos, ríos, humedales y piscifactorías, para salvaguardar su aportación a la producción de alimentos. EFECOM

cr/jlm

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