La operadora de telecomunicaciones Telemo podría plantar en menos de cuatro horas, sin zanjas y sin utilizar un solo cable, una cabina telefónica al lado de la plaza del Obradoiro en Santiago, la plaza de Oriente en Madrid, o el barrio judio de Toledo. O en lo más alto de los picos de Europa, siempre que haya cobertura de móvil GSM.
Esta empresa coruñesa, con sede en Bergondo, está instalando por toda la Península y las islas su pionera cabina solar autónoma, que elimina totalmente el impacto de instalación.
Precio: 2.100 euros
Su precio también es sorprendentemente bajo: sólo 2.100 euros, sin tener que solicitar permisos de obra. No sólo es un instrumento perfecto para zonas monumentales. Al utilizar un panel solar con batería acumuladora para funcionar -lo hará también de noche-, puede ser considerada ecológica, y su instalación idónea para zonas de alto valor natural o inaccesibles para sistemas que confían en el cableado.
El director general de Telemo, Pablo Fernández, está especialmente satisfecho con este producto, que aunque funciona como un móvil, cuesta al usuario como una llamada desde un fijo, y permite para el pago monedas o tarjetas con saldo.
Y llegó la cabina
La cabina aterrizó el sábado pasado en Portugal, en Vila Franca de Xira. Fernández recuerda cómo su compañía se convirtió en 2006 en la primera operadora en retar el monopolio de Portugal Telecom, implantando teléfonos interiores a monedas por todo el país. Después vinieron las tarjetas prepago, y ahora los servicios para empresas. O los locutorios, que apenas existían en el vecino luso, y han puesto de moda, ofertando su cobertura a seis de cada diez. Son la única alternativa, también presentes en bares, hospitales, estaciones o aeropuertos.
La llegada de la cabina solar supone un nuevo paso en la expansión de Telemo. Si en España ya cuentan con un centenar, distribuidas por la zona del Mediterráneo, el archipiélago canario o la provincia coruñesa, el objetivo sería duplicar esta cifra. En Portugal, donde ya tienen 40 firmadas, irán a por las cien, ocupando la zona centro del país y las proximidades de Lisboa, para dar el salto al sur, al turístico Algarve y Oporto. Si Canarias y Baleares son zonas óptimas para esta cabina autónoma, Fernández también apunta a Madeira como destino propicio. Y es que Telemo prevé facturar diez millones de minutos al mes en España y Portugal. Este negocio implicará, sólo en llamadas, en torno a cinco o seis millones de euros al año. Si a ellos se le suma la venta de equipos, el grupo supera los siete millones de euros.
Un destino internacional que se baraja para la cabina solar es Cabo Verde, donde se está negociando con una operadora local dadas las graves carencias del país en telefonía fija. En tarjetas prepago la compañía desembarcará en Francia e Italia.