Empresas y finanzas

Ryanair pretende convertirse en primera aerolínea en España en cinco años

Madrid, 16 may (EFECOM).- Ryanair prevé convertirse en cinco años en la mayor aerolínea de España no sólo en el segmento de bajo coste sino de entre todas las que operan en el mercado español, con más de 20 millones de pasajeros transportados anualmente, indicó hoy el presidente de la compañía irlandesa, Michael O'Leary.

La compra de Iberia por parte de British Airways (BA) aceleraría ese proceso, aunque lo que más beneficia a Ryanair, según O'Leary, son los altos precios de la compañía española, mientras que la irlandesa ofrece los más baratos de Europa.

Además, del crecimiento de rutas europeas, Ryanair apuesta, por un lado, por el mercado doméstico español, donde, en la actualidad, ya opera tres rutas: Fuerteventura-Tenerife, Fuerteventura-Gerona y Gerona-Granada, y, por otro, prevé lanzarse al largo radio en un plazo de tres o cuatro años.

Su plan es operar a Estados Unidos desde sus principales bases europeas, incluidas las de Madrid y Gerona, en concreto aeropuertos como Nueva York, Boston, Chicago, Denver, Florida, Dalas, San Francisco o San diego, con tarifas a partir de 10 euros por trayecto.

Para poner en marcha las rutas de largo recorrido, Ryanair contará con una compañía "hermana" independiente, pero no lo hará antes de tres o cuatro años, ya que, primero, tiene que entrar en vigor el acuerdo de "cielos abiertos" y, segundo, necesita disponer de una flota de entre 30 y 50 aviones Boeing 787 o Airbus 340.

O'Leary descartó la compra del Airbus A-380 porque es un avión demasiado grande para cubrir trayectos de punta a punta, que son los que desarrolla la compañía.

En cuanto al mercado de bajo coste, la irlandesa ha superado en España por primera vez a la británica EasyJet y la alemana Air Berlin y prevé alcanzar este año 9 millones de pasajeros en 138 rutas desde 19 aeropuertos españoles.

Para que logre este volumen de clientes, contribuirán las nuevas rutas anunciadas hoy, que estarán operativas a partir del próximo otoño, desde sus dos bases españolas: Madrid y Gerona, a las que, en un plazo de cuatro o cinco años puede sumarse un aeropuerto más en el sur del país.

Los nuevos vuelos conectarán Madrid con Baden Baden, Cerdeña, Düsseldorf, Fráncfort, Liverpool, Sicilia y Venecia, mientras que en Gerona la oferta se amplía a Granada, Malta, Bratislava, Fez, Marraquech, Graz, Hamburgo, Wroclaw y Bulliund.

Ryanair está, asimismo, en conversaciones con otros cinco aeropuertos españoles para ir ampliando su servicio en España, expansión con la que se prepara para el futuro, cuando en el mercado de transporte aéreo en Europa habrá tres grandes familias de compañías de red: British Airways, Air Frnace-KLM y Lufthansa, y una sola "low cost".

En este último segmento, que dominará el mercado en el futuro, como ya ocurre en Estados Unidos en rutas nacionales, habrá una compañía, Ryanair, apunto O'Leary, según quien, en Europa sólo hay sitio para una "low cost", por lo que empresas como Clickair están condenadas a desaparecer y las grandes como EasyJet, a fusionarse o cambiar su forma de negocio.

A su juicio, el éxito de Ryanair radica en la venta directa, reservas a través de internet y una gran eficacia en general, además de su estrategia comercial, con promociones como la nueva guerra de precios que ha lanzado hoy, regalando un millón de billetes gratis hasta el próximo 21 de mayo.

O'Leary consideró también beneficiosas para su aerolínea las denuncias de aerolíneas como Iberia, que ha interpuesto una demanda por importe de 2 millones de euros contra Ryanair por actos de denigración de la marca y competencia desleal, como consecuencia de la campaña publicitaria hecha por la compañía irlandesa en Barcelona, el pasado 4 de septiembre.

En esa actividad promocional se ofrecían billetes gratuitos a las personas que llevaran pancartas en las que se indicaba "por qué preferían volar con la irlandesa, en lugar de con Iberia".

Para el ejecutivo, y tercer accionista de la compañía, este tipo de demandas supone publicidad gratuita y "nos da a conocer", como ya ocurrió en Bélgica en 2001 con una campaña promocional agresiva en la que comparaba sus ofertas con los altos precios que supuestamente ofrecía la compañía belga Sabena. EFECOM

kot/prb

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