Empresas y finanzas

Abertis pujará en la privatización de aeropuertos de Francia y Portugal

Barcelona, 8 may (EFECOM).- Abertis pujará en la privatización de aeropuertos de Francia (Niza, Marsella, Toulouse, Lyon y Burdeos) y Portugal (Lisboa, Oporto y Faro), un proceso que prevé iniciar este año y en el que competirá con los principales operadores y fondos de inversión, atraídos por el aumento del tráfico aéreo.

El grupo de infraestructuras controlado por La Caixa y ACS está especialmente interesado en los concursos para entrar en los aeródromos galos, que no requieren de importantes inversiones.

Por el contrario, los de Portugal implican la concepción, construcción y explotación del nuevo aeropuerto de Ota, que se situará a 50 kilómetros de Lisboa, supondrá un desembolso de 3.500 millones de euros y estará concluido en 2017.

El director general de Abertis Airports, Miquel Puig, que ha participado hoy en el ciclo de conferencias organizado por el Círculo de Infraestructuras, ha concretado que el proceso en Francia se abordará aeropuerto por aeropuerto, ya que hay incompatibilidades en la adjudicación de instalaciones próximas, como es el caso de Niza y Marsella.

En la actualidad, Abertis no participa en ningún concurso -perdió recientemente el de Leeds Bradford (Reino Unido) y el Bratislava (Eslovaquia) está congelado-, pero permanece atenta a los anuncios de privatización de aeropuertos como el de Bucarest (Rumanía), Chicago Midway (EEUU), Calcuta y Madrás (India), sobre los que no hay un calendario previsto.

El pasado 26 de enero el ministro de Obras Públicas y Transportes de Portugal, Mario Lino, anunció que el concurso para construir el nuevo aeropuerto de Lisboa y la privatización de la empresa Aeropuertos y Navegación Aérea (ANA) se lanzará antes de fin de año.

El consorcio o empresa que se presente al concurso internacional, en el que también ha mostrado interés la constructora Sacyr Vallehermoso, deberá asumir más del 50% de las acciones del gestor público de los aeropuertos lusos en una operación única.

Abertis está interesada en constituir un consorcio con empresas portuguesas para participar en esta operación, en la que también se están posicionado la concesionaria de autopistas lusa Brisa, participada en un 10% por el grupo español.

En cuanto a Francia, el ministro de Transportes, Dominique Perben, formalizó el pasado 9 de marzo la constitución de los dos aeropuertos de Lyon como la primera sociedad de derecho privado para la explotación de este tipo de infraestructuras del país, lo que prefigura su apertura a inversiones exteriores.

A los aeropuertos de Lyon deben seguir en este proceso los de Toulouse-Blagnac, Burdeos-Mérignac y Niza-Costa Azul antes de finales de año, todos con un tráfico anual que oscila entre los cinco y los diez millones de pasajeros.

Se trata de un paso más en el cambio de estatuto de los grandes aeropuertos franceses, después de la apertura el pasado año del capital de Aeropuertos de París.

Abertis entró en el sector aeroportuario en 2004 con la compra de la británica TBI, participada en un 90% por el grupo con sede en Barcelona y en un 10% por AENA, gestor de los aeropuertos españoles.

Este negocio genera el 8% de la facturación de Abertis a través de la gestión de las instalaciones de Londres Luton, Belfast International, Cardiff (Reino Unido), Orlando Stanford (EEUU), Stockholm Skavsta (Suecia), La Paz, Cochabamba y Santa Cruz (Bolivia), además de las dos pistas del aeropuerto de Bogotá (Colombia) y de una terminal internacional de Atlanta (EEUU).

Miquel Puig no descarta que Abertis entre en otros sectores, como en la gestión de puertos y vías férreas, pero ha destacado la solidez y el carácter previsible de una inversión como la aeroportuaria, siempre que la instalación supere los 1,5 millones de pasajeros anuales.

En los aeropuertos de la compañía presidida por Isidre Fainé, entre el 40 y el 50% de los ingresos proceden de las aerolíneas; entre el 20 y el 25%, de los aparcamientos; otro tanto, de las tiendas; y sobre un 10%, del alquiler de oficinas y hangares.

Puig no ha querido entrar a debatir sobre el futuro del aeropuerto de Barcelona, un asunto que está "claramente politizado", pero no ha cerrado la puerta a la compra de una participación minoritaria en una empresa de gestión de aeropuertos.

En cuanto al futuro aeropuerto de Lleida, promovido por la Generalitat, ha dicho que "difícilmente" tendrá la capacidad suficiente como para ser rentable. EFECOM

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