Brasilia, 7 may (EFECOM).- La empresa estatal brasileña Petrobras instó hoy a Bolivia a concluir las negociaciones de sus dos refinerías nacionalizadas en ese país y, en caso de no alcanzarse un acuerdo, considerará la posibilidad de acudir a la justicia internacional.
El presidente de Petrobras, José Sergio Gabrielli, explicó a los periodistas que le ha dirigido una "última oferta" a Bolivia por las dos refinerías y aseguró que se trata de una "propuesta justa".
"Esperamos llegar ya a un acuerdo", dijo el presidente de la empresa, quien calculó que el plazo para la negociación definitiva será de dos o tres días.
En caso de no alcanzarse un acuerdo, Gabrielli ratificó que la empresa brasileña apelará a "todas las formas jurídicas posibles", entre las que mencionó un posible arbitraje internacional o una demanda ante la propia justicia boliviana.
Petrobras posee fuertes inversiones en Bolivia y negocia, entre otros asuntos generados por la nacionalización de los hidrocarburos en esa nación, una indemnización por dos refinerías que han pasado a ser controladas por el Estado boliviano.
Hasta ahora, la empresa brasileña sostenía que por esas dos refinerías debe recibir alrededor de 200 millones de dólares, precio calculado por analistas de mercado, pero Bolivia hasta ahora ha ofrecido solamente 60 millones de dólares por ambas plantas.
Gabrielli se negó a precisar el monto de la que calificó como "última oferta", aunque dijo confiar en que las autoridades bolivianas aceptarán el monto propuesto.
Según Gabrielli, la decisión de presentar esa "última oferta" fue tomada después de que las autoridades brasileñas conocieron "a través de la prensa" el último decreto del gobierno boliviano, que la otorga a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) el monopolio de la exportación de petróleo y gasolina.
Sobre esa decisión, el presidente de Petrobras señaló que supone una "expropiación del flujo de caja de la empresa", pues afecta sus exportaciones desde ese país andino.
Las refinerías objeto de discusión están situadas en Cochabamba y en Santa Cruz de la Sierra, y fueron adquiridas por Petrobras en una licitación convocada por el Estado boliviano en 1994, por un valor global de 104 millones de dólares.
Gabrielli aclaró además que, de no alcanzarse un acuerdo en torno a las refinerías, "posiblemente no habrá clima" para ejecutar las nuevas inversiones que la empresa brasileña tiene programadas en Bolivia. EFECOM
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