Empresas y finanzas

¿Hacia una fusión? Renault y Daimler abren las puertas a un cruce accionarial

  • Van de la mano en el aspecto industrial, pero no en el financiero

La estación de las operaciones corporativas en el sector del automóvil está lejos de acabarse y la jornada de ayer dio prueba de ello. Según el Financial Times, Renault y Daimler, que llevan tiempo negociando sobre una colaboración industrial, también exploran una alianza accionarial.

En concreto, ambas compañías están discutiendo la posibilidad de adquirir una participación cruzada que, según el rotativo londinense, "no será inferior al 10%".

El grupo Renault (RNO.PA) cuenta con la homónima marca y con Dacia, su filial de bajo coste con sede en Rumanía. Por su parte, Daimler <:DCX.XE:> es propietaria de las marcas Mercedes, Smart y Maybach.

Estudiando la colaboración

Tanto las matrices internacionales de ambos consorcios como sus filiales españolas evitaron confirmar esta posibilidad, pero no la desmintieron. "Nunca hemos dejado de hablar con otros fabricantes de automóviles, pero de momento no podemos hacer más comentarios" aseguraron fuentes de la compañía gala.

Lo que sí está confirmado es que ambas marcas llevan meses estudiando una colaboración sobre modelos de pequeñas dimensiones, al igual que están haciendo PSA Peugeot Citroen y BMW, competidoras y compatriotas, respectivamente, de Renault y Daimler.

Lo cierto es que el fabricante parisino ha sido el primero en protagonizar una alianza al comprar, hace 10 años, un 44% de su competidor nipón Nissan, que por su parte adquirió un 15% de Renault. Sin embargo, el número uno de la multinacional francesa y de su aliada nipona, Carlos Ghosn, nunca ha escondido su ambición de añadir un tercer miembro de gran calado a la alianza accionarial, sobre todo después de que Fiat protagonizara una con Chrysler y PSA, otra, que de momento está congelada, con Mitsubishi.

De lo que no cabe duda es que todas las firmas de automóviles occidentales están buscando desesperadamente reducir sus costes compartiendo tecnologías y obteniendo así cuantiosas economías de escala.

Vicios y virtudes

Está claro que la alianza tendría sentido desde el punto de vista industrial y comercial. Las dos compañías serían capaces de cubrir todos los segmentos del mercado, desde la base -gracias a la marca Dacia- hasta la cúspide, con los coches de superlujo de Maybah. En medio se colocarían Renault y Mercedes, respectivamente como marca generalista y premium. Asimismo, Renault aportaría plataformas y motores de tamaño pequeño y mediano y Daimler, propulsores y chasis de grandes dimensiones.

Eso sí, la alianza puede fracasar en el aspecto financiero por varios motivos. El grupo galo lleva años dejando claro que en la partida de risk de alianzas, fusiones y adquisiciones que se está jugando en el sector quiere tener el papel de depredador. Sin embargo, echando un vistazo a los números, Renault no las tiene todas consigo, ni siquiera para lograr una participación paritaria. La firma gala facturó en 2009, 33.712 millones de euros, menos de la mitad de los 78.924 millones que se anotó Daimler. El mismo discurso vale para la capitalización bursátil de ambas compañías, puesto que sobre el parqué Daimler vale 35.000 millones, más del triple de los 9.600 millones de Renault.

En lo que a cuentas se refiere, los dos grupos acaban de cerrar un pésimo ejercicio, que trajo unas pérdidas netas de 3.000 millones para Renault y de 2.600 millones para Daimler, pero la alemana tiene 7.200 millones de caja y la francesa, 5.900 millones de deuda. Además, el grupo con sede en Stuttgart puede presumir del grado de inversión mientras que los títulos de deuda de Renault son considerados bonos basura.

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