Empresas y finanzas

Nuevas leyes fiscal y laboral no afectarán al atractivo de China para España

José Álvarez Díaz

Shanghai, 11 abr (EFECOM).- Las nuevas leyes fiscal y laboral que se están preparando en China, y cuya entrada en vigor se espera a partir de 2008, supondrán tal vez algunos cambios para las empresas españolas instaladas en el país, pero no se espera que vayan a suponer un varapalo al atractivo chino para la inversión extranjera.

"No creo que China deje de ser interesante para las empresas extranjeras", explicó a Efe Francisco Soler, director de la oficina en Shanghai del despacho de abogados español Garrigues.

"Es cierto que quizá algunas firmas extranjeras vean incrementada su carga fiscal", aclaró, "pero no pienso que hasta ahora invirtiesen en China por los incentivos fiscales, sino más bien por los bajos costes salariales y el acceso a un mercado inmenso".

La nueva ley fiscal, promulgada el pasado 16 de marzo y que entrará en vigor el 1 de enero de 2008, eliminará la discriminación positiva que disfrutaban las empresas extranjeras y fija un tipo único para el impuesto de sociedades, que será del 25 por ciento (hasta ahora las foráneas solían pagar menos y las chinas más).

Además eliminará los incentivos fiscales a la inversión extranjera, para primar una inversión en sectores con un valor añadido estratégico (tecnologías, investigación), y aumentará el control fiscal sobre las empresas, con un período de transición de cinco años para las que ya están instaladas en el país.

"En definitiva, es el paso del sistema fiscal chino hacia un régimen maduro, comparable en gran medida a los occidentales", resumió Soler.

Por su parte, la ley laboral todavía es un borrador, que previsiblemente será aprobado a finales de este año, y contempla el fortalecimiento de los derechos de los trabajadores ante la empresa: reduce los períodos de prueba y la flexibilidad para establecer contratos temporales, y aumenta las compensaciones por despido.

Además supone una mayor participación del personal y de los sindicatos en la toma de decisiones sobre los aspectos laborales dentro de la empresa.

Para Jorge Dajani, consejero jefe de la Oficina Económica y Comercial de España en Shanghai, "si la única razón para establecerse en China fueran los costes, habría un impacto importante (de las dos nuevas leyes), pero no es el caso".

"En los estudios sobre motivación sobre por qué las empresas europeas y americanas están en China, entre las tres primeras razones no figuran los costes, sino aspectos como las posibilidades y el tamaño del mercado o las mejores infraestructuras en comparación con los países del entorno", indicó.

Otros países de la región, como Vietnam, Birmania o India, cuentan también con atractivos fiscales y con legislaciones laborales incluso más flexibles que la china, y no por ello se espera que vayan a cambiar su decisión las firmas que producen en el gigante asiático para abastecer al inmenso mercado chino, señaló.

De las 450 empresas españolas presentes en China, cerca de la mitad tienen industrias que producen y venden al país asiático (sólo en el delta del Yangtsé hay unas 220, el 40 por ciento de ellas con instalaciones de producción).

"La mayor parte de las firmas españolas que están fabricando lo hacen con la intención de vender al mercado asiático, y chino en particular, no están viniendo sólo porque haya menos costes, sino para reducir gastos de transporte y estar más cerca del cliente y de los canales de distribución", recordó Dajani.

Por su parte, Soler subrayó que ambas leyes son síntomas de madurez de la economía china, en el caso de la fiscal porque la no discriminación entre empresas nacionales y extranjeras era un compromiso asumido al entrar China en la Organización Mundial del Comercio (OMC, en 2001).

"Creo que el gobierno chino opina que el país está entrando en una fase de desarrollo económico más maduro, por lo que no necesita unos incentivos normativos tan grandes, sino que su competitividad y su desarrollo económico son incentivos suficientes", afirmó.

Además, "la voluntad del gobierno chino es ser más selectivo con la inversión que atrae", concluyó, "y por tanto, sigue habiendo fuertes incentivos para determinados sectores (considerados estratégicos) como investigación y desarrollo (I+D), tecnología, medioambiente o energías renovables". EFECOM

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