Empresas y finanzas

La industria petrolera iraquí, amenazada por el sabotaje y el contrabando

Bagdad, 5 abr (EFECOM).- La otrora próspera industria petrolera iraquí, prácticamente única fuente de ingresos en el país, está constantemente amenazada tanto por las operaciones de sabotaje como por el contrabando efectuado casi con total impunidad.

En la ciudad de Beiyi, que acoge la principal refinería de crudo del país, el robo y contrabando de petróleo ha llegado a darse de manera flagrante y pública en los últimos meses, según fuentes policiales que pidieron el anonimato por la creciente sensación de inseguridad en la zona.

Decenas de camiones estacionan con frecuencia en la entrada de la refinería, y los chóferes muestran sin rubor certificados de exportación falsificados con los que transportan de contrabando el crudo, señaló la fuente.

"Ese tipo de delito ha afectado notablemente a los iraquíes, que para poder aprovisionarse de combustible deben soportar largas filas durante horas en las gasolineras", dijo a Efe Habib Ahmed, funcionario de la industria petrolera.

Irak tiene una reserva de crudo de unos 115.000 millones de barriles, una de las más mayores del mundo, sostienen expertos internacionales del ámbito del petróleo.

"El contrabando de crudo es una de las causas principales de la pérdida de miles de millones de dólares, lo que incide negativamente en el presupuesto del estado", subrayaba recientemente un comunicado del ministerio del Petróleo, sin precisar la cuantía de las pérdidas.

Entre los últimos casos de contrabando de crudo, figura uno abortado en febrero pasado, en la provincia de Salahedin, a 180 kilómetros al norte de Bagdad, cuando la policía descubrió 33 camiones cisterna cargados con petróleo robado.

"Esa carga, que fue robada de las refinerías de Beiyi, iba destinada a una compañía kurda", aseguró a Efe un portavoz de seguridad de Salahedin, en la que se ubica Beiyi.

Otra carga similar fue incautada por las fuerzas de seguridad cerca de un puesto de control del ejército iraquí encargada de la protección de infraestructuras, que incluye las instalaciones petroleras.

Según fuentes del cuerpo de protección del oleoducto, que también pidieron el anonimato, el robo de crudo se lleva a cabo con la complicidad de algunos miembros del ejército encargados supuestamente de custodiar las instalaciones.

Las mismas fuentes aseguraron, sin aportar pruebas, que también dentro del ejército hay cómplices incluso en los atentados terroristas contra el oleoducto que une los campos de petróleo de Kirkuk con la refinería de Beiyi, la principal del país.

Estas fuentes aseguraron que los atentados terroristas se cometen gracias a cómplices principalmente kurdos, que supuestamente tienen los siguientes objetivos: empujar a las poblaciones árabes fuera de la provincia de Kirkuk (reclamada por los kurdos) e intensificar la presencia militar kurda, justificándola como necesaria para proteger las instalaciones.

Las fuentes criticaron la pasividad de las tropas estadounidenses frente a esas acciones al decir que sólo "reaccionan de una manera equilibrada cuando el asunto se refiere a la reparación del oleoducto que transporta petróleo al puerto de Yihan, en la costa mediterránea turca".

"No vemos la misma colaboración con los oleoductos que se dirigen al sur del país", concluyó la fuente.

Por su parte, los agricultores se quejan de que la filtración de crudo causada por los atentados ha inutilizado extensas zonas agrícolas a lo largo de la tubería Kirkuk-Beiyi.

Uno de ellos, identificado como Ahmed Ihsan, de 65 años, y que vive en el área de Al Fatha, próxima a Kirkuk, denunció en declaraciones a Efe que este año no pudo sembrar su terreno debido a que lo inundó el petróleo filtrado de un orificio causado por un atentado contra el oleoducto.

Ihsan, que se debió obligado a abandonar su tierra, manifestó su extrañeza de que los sabotajes han aumentado desde que las tropas iraquíes se han hecho cargo de la custodia de la tubería y sus instalaciones.

"Antes de la ocupación (estadounidense), aquí en la zona sólo había un puesto de control militar y nunca había ataques contra el oleoducto, y ahora con cientos de puestos se producen sabotajes todas las semanas", recordó el campesino. EFECOM

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