Reims (Francia), 3 abr (EFECOM).- El gobernador del Rio de Janeiro, Sergio Cabral, mostró hoy su convicción de que el fabricante francés de trenes Alstom va a reforzar su presencia industrial en ese Estado brasileño para responder al incremento de trenes tanto para el metro como para los servicios de cercanías.
Cabral, que viajó a bordo del tren que batió el récord mundial de velocidad en la nueva línea de alta velocidad París-Estrasburgo, destacó a EFE los proyectos y previsiones de ampliación de los servicios del metro y de cercanías en Rio de Janeiro.
Señaló que en el plazo de tres años esperan triplicar los 500.000 viajeros diarios e indicó que harán falta nuevos equipamientos en material rodante.
En la actualidad, los 90 trenes del metro que circulan en la ciudad han sido fabricados por Alstom, que tiene allí una planta para la construcción y renovación de trenes.
El Estado de Rio de Janeiro acaba de firmar un contrato con el Banco Mundial para la compra de trenes surcoreanos destinados a las líneas de cercanías.
El gobernador también se manifestó interesado por los planes de Alstom en el caso de que se hiciera con el concurso para la construcción de la primera línea de tren de alta velocidad en Argentina, entre Buenos Aires, Córdoba y Rosario.
El grupo francés, además de en Rio de Janeiro, tiene una implantación industrial para la fabricación de trenes en Sao Paulo.
El tren de Alstom V-150 alcanzó hoy los 574,8 kilómetros por hora, lo que significa superar en casi 60 kilómetros por hora el anterior récord mundial que otro convoy del mismo fabricante había logrado en 1990.
Lo consiguió en un tramo de la nueva línea, de 300 kilómetros largo, de alta velocidad entre París y Estrasburgo, que debe entrar en servicio el próximo 10 de junio.
Un tren experimental japonés de sustentación magnética había llegado en diciembre de 2003 a los 581 kilómetros por hora, pero los franceses consideran que no es comparable con el logro del V-150 de hoy, que utiliza una tecnología de fabricación en serie que será la misma utilizada en la explotación de la nueva línea francesa. EFECOM
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