Bruselas, 3 abr (EFECOM).- La Comisión Europea (CE) propuso hoy la creación de un sistema europeo de litigación sobre patentes que resulte más barato y accesible, en una comunicación en la que trata también de revitalizar el debate sobre la creación de una patente única en la UE.
El Ejecutivo comunitario presentó sus ideas para reformar el sistema de patentes vigente en Europa, que a día de hoy hace que el registro de una patente en trece países de la UE cueste hasta trece veces más que en Japón y once veces más que en EEUU, según los datos de la CE.
"Las patentes en Europa son demasiado caras y el sistema es demasiado complicado, y esto es malo para nuestra competitividad", aseguró el portavoz de la CE Oliver Drewes.
En concreto, Bruselas marca como una de las prioridades la reforma del sistema jurisdiccional, para lo que propone un enfoque "híbrido", que sitúe en el plano nacional la primera instancia judicial a la que recurrir en caso de desacuerdo sobre el uso de una patente.
La segunda instancia sería una entidad europea, mientras que el Tribunal de Justicia de la UE estaría disponible para un último recurso.
Actualmente, los gastos de un litigio sobre patentes en Europa pueden ir desde 50.000 euros hasta más de un millón -explicó Drewes-, lo que en muchos casos no pueden asumir las pymes.
La propuesta de la Comisión, que ahora será analizada por el Parlamento Europeo y por los Estados miembros, trata de combinar los "mejores elementos" de los dos modelos que hasta ahora se han planteado los Veintisiete.
Los países de la UE se encuentran divididos en este asunto, pues mientras un grupo en el que figura España apuesta por la patente única comunitaria y por un sistema de litigación descentralizado y cercano a los ciudadanos, otros Estados defienden el actual modelo de patente europea -regulado por el Acuerdo sobre Litigación de la Patente Europea (EPLA, en sus siglas en inglés)-.
La CE considera que una patente comunitaria única sería la mejor solución a un problema que lleva abierto más de 20 años en el seno de la Unión, por lo que con su comunicación pretende relanzar el debate sobre este asunto.
En el Consejo de Ministros de Competitividad del pasado mes de diciembre los Estados miembros mantuvieron sus diferencias y no lograron alcanzar un acuerdo, en parte, por problemas relacionados con los idiomas en los que se podrían registrar patentes bajo el nuevo sistema.
En el caso de España, aceptar el modelo europeo implicaría, en la práctica, admitir que las patentes sólo se registrarán en tres idiomas: inglés, francés y alemán.
La propuesta hecha pública hoy por la Comisión no aborda el problema lingüístico que, en opinión del Ejecutivo comunitario, debería negociarse una vez que la Eurocámara y los Estados den el visto bueno a su enfoque para la reforma. EFECOM
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