Empresas y finanzas

"El entusiasmo por el producto de lujo y de gama alta crece pese a la crisis"

El vicepresidente ejecutivo senior del grupo MHLV, Pierre Godé. Foto: Bloomberg.

Pierre Godé es vicepresidente y miembro del Consejo de Administración y del Comité Ejecutivo del Goliat francés del lujo Moët Hennessy-Louis Vuitton (LVMH). La cartera de este grupo reúne más de 60 marcas de prestigio en vinos y licores, moda y complementos, perfumes y cosméticos, relojes y joyas, y distribución selectiva.

Entre otros, el champán Moët & Chandon, los bolsos y complementos Louis Vuitton, los perfumes Christian Dior, los relojes Tag Heuer, y la marca española Loewe. Godé formó parte de la flor y la nata de jefazos globales que la última semana de enero acudió a la estación alpina de Davos para participar en la reunión anual del Foro Económico Mundial.

¿Qué previsiones de la economía global barajan en LVMH?

La economía mundial crecerá en 2010, con contrastes según la región. Habrá un empuje fuerte de los países emergentes, y una estabilización y crecimiento relativamente débil en el resto. En los cinco próximos años todo es posible.

¿Es posible lo mejor y lo peor?

Me refiero más bien a lo mejor. Las economías emergentes van a convertirse poco a poco en maduras, y la competencia entre las grandes zonas geográficas va a empezar a equilibrarse. En una economía que se equilibra, las diferencias competitivas dejan de lograrse únicamente vía precios y costes.

En Europa y en Estados Unidos tenemos ventajas que nos permiten volver al centro del escenario, volver a ser actores del crecimiento. Europa tiene una gran fuerza en su cultura y en su capacidad de crear a partir de sus raíces, de innovar, de inventar. No es una certitud, es una sensación: yo creo que habrá un reequilibrio en el mundo.

¿Cómo ve el futuro inmediato del mundo del lujo?

Somos muy optimistas. Creo que en los próximos años esta industria continuará beneficiándose de un entusiasmo por el producto de lujo. Este sector, que es propiamente europeo, tiene varios factores a su favor: la cultura, que produce una creatividad particular; o el conjunto de los oficios y profesiones del arte, de los que depende.

No es un azar que los creadores de todo el mundo vengan a París para encontrar el entorno que les conviene para la expresión de su creatividad. Hablo de cuestiones que permiten la cristalización de un saber, de raíces culturales, del gusto, del saber vivir, y una voluntad de cambiar.

¿Se desarrollará gracias a la demanda en Asia?

La industria del lujo europea es fuerte, y continuará desarrollándose en China y en Asia. Los asiáticos están muy ávidos de productos auténticos de gran calidad. Es curioso, porque en China es donde se hacen más copias falsas; pero no necesariamente para el consumo local, sino para todo el mundo. Creo que China, progresivamente, intentará limitar las falsificaciones.

¿Y Europa y Estados Unidos?

Son también zonas de crecimiento. Tenemos señales precisas que nos permiten pensar que los consumidores, cada vez más, se dividen entre los que buscan lo funcional y barato, y los que acuden a la gama alta. No hablo sólo de los ricos, también de personas con sueldos medios dispuestas a ahorrar para comprarse un bolso de un creador y de calidad.

Un bolso de Louis Vuitton no se compra para una temporada. El consumidor busca productos que duren, y se orienta hacia la sostenibilidad. Comprar un bolso cada seis meses no es muy ecológico. Hay bolsos de Luis Vuitton que tienen veinte años y se venden más caros que su precio original. O se transmiten a los hijos. Hay valores que podría creerse que quedaron atrás por el consumismo, pero vuelven con fuerza. La gama alta tiene mucho futuro: productos sobre los que no se trabaja sólo la imagen, sino también el contenido y se busca la calidad extrema.

¿Qué teme más? ¿El tipo de cambio entre euro, dólar y yuan? ¿La desconfianza de los consumidores? ¿La falta de crédito...?

Nuestros productos son menos sensibles que otros al factor precio. Nuestros consumidores no buscan ahorrarse unos euros y, si no, se van a otra marca. Disfrutamos de una cierta elasticidad de precios. Los tipos de cambio en las divisas afectan nuestros beneficios, pero no nuestro volumen de negocio. La escasez de crédito afecta al mundo entero, y a nosotros como a los demás.

Siempre se producen catástrofes y nos damos cuenta que tenemos una facultad de resistencia muy rápida. Cuando la gente tiene aún dinero, y es el caso pese a la crisis y a que haya quien desgraciadamente está más afectado, la vida sigue y las ganas de vivir no se pierden de manera eterna.

¿Cómo les afecta en España que haya un tasa de paro cercana al 20%?

En España estamos muy orgullosos de tener en propiedad y desarrollar Loewe desde hace ya una veintena de años. Es una marca española de gran renombre que ha sabido desarrollar productos de calidad extraordinaria gracias al savoir faire de los españoles. Estamos muy comprometidos en poner los medios para que Loewe continúe desarrollando su crecimiento.

¿Pero cómo les afecta el paro español a la demanda?

Pese a las dificultades de España, la demanda de nuestros productos se mantiene. Espero que España encuentre los resortes para volver a crecer. Deberíamos reflexionar sobre las ventajas de ciertos países de Europa que constituyen su corazón cultural por sus tradiciones, sus creadores de alta costura fantásticos... Los tres países más creativos son España, Italia y Francia. Debemos juntos cultivar esta fuerza extraordinaria. Con este ingrediente podremos distinguirnos en una economía globalizada.

No podemos luchar contra los sueldos diez veces más baratos en India. Pero podemos brillar por la creatividad, los modelos, los diseños. Y todo esto no nace de la nada, es un vivero cultural. Si hablamos de cocina, El Bulli tampoco surge de la nada. Nosotros tenemos una actitud de creación permanente. Las diferentes marcas de LVMH crean más de 10.000 productos al año. Espero que España salga pronto de la crisis que atraviesa como otros. Todos los países de Europa deben tener mucho ciudado con la deuda pública, cuya reabsorción es una condición para que baje el paro. No se puede tener un Estado que retiene recursos del país y esperar que la economía vuelva a arrancar.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky