Eduardo Davis
Brasilia, 27 mar (EFECOM).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y el primer ministro italiano, Romano Podri, se comprometieron hoy a cooperar en el desarrollo de biocombustibles y a fomentar su producción en los países más pobres del mundo.
El compromiso quedó sentado en un acuerdo suscrito entre la empresa brasileña Petrobras y la italiana ENI, que establece marcos de cooperación para la búsqueda de nuevas tecnologías en el área energética.
El acuerdo dice que Brasil e Italia fomentarán alianzas con países "que reúnan las condiciones adecuadas para la producción" de biocombustibles, referencia que, según fuentes de Petrobras y ENI, se refiere a naciones en desarrollo, que poseen grandes extensiones de tierras.
Aunque menos ambicioso y concreto, el convenio es similar al que firmaron Brasil y Estados Unidos durante la reciente visita a Sao Paulo del presidente de esa nación, George W. Bush, a quien Lula visitará el próximo sábado en Washington.
En una rueda de prensa junto a Lula, Prodi dijo que la intención no es "solamente comercial", sino poner en marcha una "cooperación energética" que permita extender por el mundo "las innovaciones" en el sector energético.
Según Lula, esa "sociedad" fomentará el sector de biocombustibles en los países africanos, que tendrán así una herramienta para el desarrollo y una puerta de salida para la pobreza.
"Los países pobres de África, si no tienen otras opciones, caerán en el terrorismo, la criminalidad y la muerte precoz", declaró.
Lula añadió que también se trata de "responder a uno de los grandes desafíos de este siglo", como consideró la necesidad de "desarrollar fuentes de energía renovables, capaces de asegurar la prosperidad sin agredir el medio ambiente".
La víspera, en una visita a Sao Paulo, Prodi anunció inversiones italianas por 480 millones de dólares para producir en Brasil un biodiesel que será mezclado al diesel convencional consumido en Italia.
Lula y Prodi dijeron que también pasaron revista a otros asuntos bilaterales y multilaterales, como el intercambio comercial entre Brasil e Italia y las negociaciones de la Ronda de Doha.
Lula reiteró que es necesario llegar a un acuerdo en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que sirva para "corregir las injusticias de un modelo de liberalización comercial que aún no trajo los beneficios prometidos" para los países más pobres.
En ese sentido, pidió a Prodi que interceda ante la Unión Europea (UE) a fin de que "se pueda llegar a un acuerdo justo".
También le expresó el interés del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela) por concluir las negociaciones para un acuerdo de libre comercio con la UE, que están supeditadas al resultado de la Ronda de Doha.
Prodi consideró que tanto Estados Unidos, como la UE y los países menos desarrollados, deben "dar un paso atrás" y reflexionar sobre la necesidad de destrabar "una negociación difícil y complicada", para alcanzar un acuerdo amplio y equilibrado.
"Es necesario que todos se muevan", declaró Prodi.
En el plano bilateral, coincidieron en que el intercambio comercial ha tenido una gran mejoría, al pasar de 3.900 millones de dólares a 6.400 millones en los últimos tres años, pero también en que es escaso para el potencial de ambas economías.
Según Lula, Brasil desea recibir inversión italiana, pero también invertir en Italia, un país que, dijo, al igual que otros de Europa se ha concentrado en los últimos años en la UE y "ha dejado de mirar un poco hacia Suramérica".
Al concluir la rueda de prensa y un posterior almuerzo ofrecido por Lula a la delegación encabezada por Prodi, el primer ministro se dirigió al Congreso, donde fue homenajeado en una sesión solemne, tras la cual tenía previsto partir hacia Chile, segunda y última escala de su primera gira suramericana. EFECOM
ed/lgo
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