Tras una larga deliberación y un voto dividido, la caja de ahorros decidió ayer no acudir a la opa de E.ON para... ayudar a contrarrestar la ofensiva de Enel y Acciona. La entidad firmará un contrato de intercambio de activos (equity swap) con la alemana por el que le cederá los derechos económicos y la posibilidad de que dentro de dos años le compre su 9,93% de Endesa a 40 euros.
De esta manera, la caja de ahorros seguirá reteniendo los derechos políticos en la eléctrica que preside Manuel Pizarro, mientras que E.ON se asegura el control de cerca del 10 por ciento del capital de Endesa (ELE.MC).
Mientras siga existiendo la limitación del derecho de voto en Endesa, los llamados blindajes, contar con un aliado es fundamental para tener apoyos en una junta de la eléctrica. Así, E.ON, en una futura cita ante los accionistas, podrá votar por su participación, aunque sea superior al 10 por ciento, sólo por ese porcentaje, pero también contará con el apoyo del 10 por ciento de Caja Madrid.
Caja Madrid cambia de rumbo
La decisión adoptada ayer rompe con las intenciones anteriores del presidente de la entidad, Miguel Blesa, que había visto en las plusvalías que podría obtener con la venta de Endesa, unos 2.400 millones de euros si enajenaba a 40 euros, una vía de financiación para la expansión internacional de la caja, al igual que La Caixa también lo ha anunciado, en este caso financiado a través de la colocación en bolsa de su holding industrial. La decisión de no acudir a la opa de E.ON paraliza las intenciones de la entidad financiera, que tendrá que buscar un plan alternativo para abrirse al exterior.
La venta de otras participaciones, como el 9,99 por ciento de Iberia, algo que se había rumoreado como alternativa, tan sólo le reportaría unos 110 millones de euros de plusvalías, mientras que Endesa le proporcionaba el equivalente a dos años de beneficio de un solo plumazo.
Voto dividido
El acuerdo de realizar los contratos de equity swap, lejos de unir a un consejo que ya se mostraba dividido en las semanas anteriores, ha ahondado en las discrepancias. La propuesta de Blesa ha salido ganadora por 14 votos contra 7. A favor del contrato de equity swap votaron los consejeros del PP, el representante independiente, el de Comfia CCOO e Izquierda Unida. En contra, los siete vocales que suman los representantes del PSOE, CCOO Madrid y UGT. La razón de los que se opusieron es que hubieran preferido, según fuentes próximas a estos consejeros, que la caja se hubiera mantenido en un plano neutral, y no se hubiera decantado tan radicalmente por el bando de E.ON.
La votación, por el resultado y por los que estaban a favor y en contra, replica la votación de 2003 sobre la renovación de Blesa en la presidencia, que dividió el consejo en dos bloques.
En el comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Caja Madrid incidía en que su decisión se tomaba para defender las expectativas de los pequeños accionistas de Endesa, ya que quería contribuir a que se mantenga la oferta de E.ON <:EOA.XE:>. Blesa, así, ha vuelto a tomar el papel de defensor de los accionistas de Endesa, tal vez por su condición de consejero de la eléctrica, pero se ha olvidado de los planes de la caja.
Enel denunciará la maniobra
Enel (ENEL.IT) presentará una denuncia contra la caja madrileña porque la CNMV prohibió el pasado 3 de octubre a la alemana realizar operaciones con swaps. La eléctrica pedirá que E.ON ofrezca las mismas condiciones a todos los accionistas. La compañía italiana basará su denuncia en parte de la documentación que se ha conocido en el Juzgado de Nueva York.
El vicepresidente segundo de Gobierno, Pedro Solbes, dijo ayer no sorprenderse de la decisión de Caja Madrid y dijo que demuestra que "hay un claro pacto entre Caja Madrid y E.ON" algo que para él "no es ninguna novedad". La política arrecia en la recta final de la opa.