La reciente venta de Transporte de Cercanías y Autobuses Urbanos del Sur (Busurba) al grupo Avanza por 70 millones de euros ha dado alas temporales a Marsans, la mayorista de viajes propiedad de los empresarios Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz Ferrán. Bancos y cajas acreedoras están dispuestos a inyectar liquidez al grupo turístico a cambio de una venta ordenada de activos no contaminados, según informan fuentes solventes.
El peso de la negociación lo está llevando el Banco Santander, cuyos ejecutivos se encerraron a cal y canto durante el fin de semana del 23 y 24 de enero con directivos de Marsans para buscar salidas a la fuerte tensión de caja que arrastra el grupo turístico, tras el fallido intento de reflotar Aerolíneas Argentinas.
La entidad que preside Emilio Botín mostró su disposición a ofrecer nueva financiación a cambio de recibir garantías de pago adicionales referenciadas a fincas rústicas no hipotecadas, propiedad de los dos empresarios.
Vender Marsans
Fuentes próximas a la negociación precisan que en el transcurso de la reunión celebrada, el Santander también expresó su deseo de obtener el mandato exclusivo para poder negociar la venta de Marsans, actualmente abierta a otras entidades financieras.
La propuesta del mayor banco español coincide en el tiempo con la ruptura de las negociaciones que Marsans ha venido manteniendo con el grupo turístico Orizonia, participado por los fondos Carlyle, Vista Capital e ICG. Expirado en enero pasado el plazo que las dos partes se habían concedido para alcanzar un acuerdo, la situación ha cambiado drásticamente.
De hecho, Orizonia ha cortado el crédito a Marsans y ha comenzado a ejecutar garantías por valor de 40 millones de euros, según informan fuentes turísticas. Entre éstas podría figurar el hotel Belleveu, situado en la Bahía de Alcudia (Palma de Mallorca).
Marsans supera el primer escollo financiero
