Empresas y finanzas

Marsans supera su primer escollo financiero tras el cierre de Air Comet

Liquida el desembolso mensual de billetes de avión, hoteles y tren con el resto de los grupos turísticos. El impago y no compensación de estas deudas le hubiera dejado prácticamente fuera del sistema.

Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz Ferrán han salvado la primera bola de partido de la solvencia financiera del grupo Marsans. Los dueños del gigante turístico propietario de la extinta Air Comet han liquidado el pago mensual de billetes de avión, hoteles y tren con el resto de empresas turísticas, según han confirmado fuentes oficiales de la compañía a elEconomista.

Esta liquidación se realiza el día 15 del mes siguiente y en esta ocasión existía gran preocupación en el sector por la delicada situación financiera de Marsans tras el cierre de Air Comet. Además, diciembre es un mes con mucho movimiento turístico y la compensación entre empresas suele ser de un importe bastante elevado.

Técnicamente, este programa se denomina Billing and Settlement Plan (BSP) y está implantado por las compañías aéreas a través de la Asociación del Transporte Aéreo (IATA). El plazo oficial expiraba ayer a las 16.00 horas, aunque las aerolíneas tienen hasta la medianoche del día 15 de cada mes para liquidar este pago si lo realizan a través del Banco de España. Pese a que el grupo Marsans asegura que sí ha realizado esta liquidación, un portavoz oficial de IATA no quiso confirmar oficialmente el desembolso a este periódico y se limitó a responder que "no podían dar ninguna información al respecto".

Fuera del sistema

El impago de estas deudas con el resto de aerolíneas y grupos turísticos por parte de Marsans la hubiera dejado fuera del sistema y no podría intercambiar ni billetes de avión y tren, ni plazas hoteleras con el resto de empresas, lo que representaría un gran varapalo para la actividad de Viajes Marsans.

Fuentes del sector creen que el mayor problema lo hubiera tenido con las aerolíneas, sobre todo tras el concurso de acreedores aprobado en Air Comet. "En el caso de los operadores turísticos, Díaz Ferrán y Pascual siempre pueden llegar a acuerdos para el diferimiento de pagos con los otros grupos porque todavía les queda el respaldo de Viajes Marsans", añaden.

De hecho, ya hay muchas compañías que sólo trabajan con el grupo turístico con el método de prepago: que consiste en hacer efectivo (pagando en metálico o con tarjeta de crédito) el precio del billete de avión y tren o la plaza hotelera antes de disfrutar del servicio. Empresas como Spanair, Sol Melía, Barceló y Riu ya operan así con Marsans. Otras como Iberia, British Airways o Globalia siguen confiando en la capacidad del grupo para generar caja.

Algo similar le ocurría durante los últimos meses a Air Comet antes de cerrar las operaciones. El resto de aerolíneas no aceptaban clientes que hacían escala y provenían de un vuelo de la compañía aérea de Díaz Ferrán si no desembolsaban el dinero con anterioridad.

Pese a haber superado el primer match ball, el grupo propiedad del presidente de la patronal española y su socio Gonzalo Pascual tiene otros complicados frentes. El más inmediato es la negociación con algunas de las principales entidades financieras españolas del préstamo de la campaña de invierno, que asciende a un importe de 60 millones de euros. Fuentes del grupo restan trascendencia a esta negociación, de carácter anual, porque se produce anualmente. En condiciones normales la devolución del préstamo se realiza entre los meses de junio y julio, en plena temporada alta vacacional.

Sin embargo, la delicada situación de Marsans ha mermado su credibilidad en el mundo financiero y está dificultando la obtención de este préstamo, necesario para su supervivencia inmediata y la posterior enajenación de la sociedad. Al término de 2008, la sociedad mantenía una deuda de 160 millones de euros con los bancos, de los cuales 107 eran a corto plazo y 53 millones a largo, con un programa de amortización que comenzó en 2009 con el pago de 10,9 millones.

Proceso de venta

Como ya adelantó elEconomista el pasado 5 de enero, Marsans y el grupo turístico Orizonia han paralizado temporalmente las negociaciones que venían manteniendo ante la falta de acuerdo. De hecho, se han dado de plazo hasta finales de enero para decidir si reanudan el proceso abierto o lo rompen definitivamente. En este segundo supuesto, Marsans se vería abocada a la búsqueda de un nuevo socio interesado en adquirir la totalidad del capital.

La sociedad cerrará su año fiscal el próximo 28 de febrero con una caída de las ventas de entre el 8 y el 10 por ciento, que se situarán en la frontera de los 1.450 millones de euros. La caída del resultado bruto operativo será algo mayor y pasará de 29 a 23 millones de euros.

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