Empresas y finanzas

Seat exige grandes rebajas precio a proveedores por contratos nuevos modelos

Barcelona, 26 mar (EFECOM).- Seat está exigiendo a sus proveedores "significativas reducciones" de precios para la adjudicación de los contratos de los nuevos modelos, como la cuarta generación del Ibiza, que se prevé empezar a producir en septiembre de 2008, según la documentación del ERE de SAS a la que ha tenido acceso Efe.

Esta política de recorte de gastos se enmarca dentro del plan de reducción de costes hasta 2009 anunciado por el presidente de la filial española de Volkswagen, Erich Schmitt, que también incluye una propuesta para rebajar la plantilla del grupo en unos 1.600 trabajadores -el 10% del total- a través de prejubilaciones a los 58 años, bajas incentivadas y excedencias de entre tres y cinco años.

"Esta revisión y apunte de precios está afectando particularmente al parque de proveedores de Abrera (Barcelona), próximo a Martorell, muchos de ellos con sistemas de fabricación 'just in time' (al momento)", detalla la dirección de SAS en la documentación del ERE.

Según esta última compañía, proveedora de Seat durante los últimos doce años, "estas medidas suponen al parecer el prolegómeno de una revisión más amplia de precios de proveedores para la futura adjudicación de nuevos modelos", un berlina que sustituirá al actual Toledo, que ha fracasado en ventas, y un todoterreno ligero.

Con estos nuevos vehículos, cuya producción en Martorell está sujeta a la consecución de un acuerdo con los sindicatos para reducir los costes de personal, Seat pretende saturar su principal planta, cuya capacidad máxima instalada se sitúa en 540.000 vehículos, una cifra alejada de las 408.318 unidades fabricadas en 2006, lo que supuso utilizar estas instalaciones sólo al 75,5% de su potencial.

La adjudicación del ensamblaje del salpicadero de los actuales modelos Ibiza y Córdoba a la compañía auxiliar Peguform tras el cierre de la fábrica de SAS en Abrera y del mismo componente del futuro Ibiza es un primer paso en esta política de reducción de costes, de la que Schmitt se consideró un "especialista" en una reciente rueda de prensa.

SAS justifica su ERE para despedir a 210 trabajadores afirmando que "el paso previo para la adjudicación de estos modelos a la fábrica de Seat en Martorell, en competencia con otras plantas del grupo Volkswagen en Europa del Este, pasará claramente por la reducción de costes, tanto internos como de componentes, no sólo del Ibiza nuevo (base del volumen de este centro, ya que supuso el 45% de la producción total en 2006, con 183.848 turismos), sino de otros nuevos modelos".

En este contexto -continúa SAS-, "a pesar de la drástica mejora de costes" realizada en la planta de Abrera durante 2005 y 2006, "su adaptación a nuevas revisiones de precios para la consecución del contrato del nuevo Ibiza, en competencia con empresas con estructuras de costes laborales significativamente más bajos, ha sido imposible".

SAS presentó hasta tres ofertas a la baja para intentar ganar el contrato de montaje del salpicadero del futuro Ibiza, que Seat adjudicó finalmente a Peguform por un precio todavía inferior.

Seat tiene previsto producir en 2007 unas 180.000 unidades del actual Ibiza, un modelo que convivirá en 2008 con la cuarta generación del mismo vehículo, del que se esperan fabricar en su primer año de vida comercial unas 70.000 unidades, para pasar a las cerca de 185.000 a partir de 2009, según los cálculos que se desprenden de la documentación incluida en el ERE de SAS.

La filial de Volkswagen planea producir el nuevo Ibiza entre septiembre de 2008 y el año 2014, señala el ERE del ex suministrador de Seat, que añade que los fabricantes de vehículos ya tienden a colaborar "con un número cada vez más reducido de proveedores", a los que exigen "un tamaño industrial, financiero y técnico cada vez mayor", lo que está provocando una tendencia "a la concentración de la industria de componentes con el objeto de ganar tamaño y poder de negociación" ante las grandes marcas.

"Una de las fórmulas que están adoptando los fabricantes de automóviles para reducir sus costes de producción consiste en presionar en precios a los fabricantes de auxiliares y componentes, y hacerles asumir cada vez más costes adicionales de ingeniería de los procesos y de incorporación de mejoras tecnológicas", concluye. EFECOM

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