Barcelona, 22 mar (EFECOM).- La entrada en funcionamiento de la Terminal Sur, a finales de 2008, supondrá un gran impulso al aeropuerto de El Prat y, junto con la tercera pista, será una de las obras emblemáticas de la ampliación iniciada en 1999 que han transformado su fisonomía.
Cuando la nueva terminal esté a pleno rendimiento, El Prat alcanzará los 55 millones de pasajeros, frente a los 30 que registró en 2006, y podrá realizar 90 operaciones a la hora.
La polémica surgida a raíz de la próxima adjudicación de la T-Sur está relacionada con el modelo de aeropuerto que quieren la administración catalana, los empresarios y la sociedad civil, que apuestan por la transformación de El Prat en un aeropuerto "hub", redistribuidor de vuelos, que disponga de una buena oferta de enlaces intercontinentales.
Los mismos que reivindican más autonomía para el aeropuerto y que éste sea gestionado por un consorcio en el que estén representadas todas las administraciones, donde la Generalitat tenga un peso determinante y se dé entrada a la iniciativa privada.
Star Alliance, con Spanair a la cabeza, presentó a finales del año pasado un proyecto que suponía un importante aumento de su presencia en El Prat desde la nueva terminal y, desde entonces, otras compañías se han interesado por ocupar esta infraestructura.
Sin embargo, algunas aerolíneas no acaban de ver la rentabilidad de hacer vuelos transoceánicos desde El Prat y compañías como Iberia han apostado claramente por otros aeropuertos, en este caso Barajas.
La adjudicación de la T-Sur se hará en septiembre y a principios de abril las compañías interesadas presentarán a Aena su plan de negocios y previsiones de crecimiento para El Prat.
En 1999, Aena puso en marcha el Plan Barcelona, que contemplaba diversas obras de ampliación con una inversión cercana a los 3.000 millones de euros y que una vez acabadas multiplicará por cinco la superficie destinada a terminales.
Ello será posible cuando entre en funcionamiento la Terminal Sur y el edificio intermodal que junto a la tercera pista, inaugurada en octubre de 2004, y la nueva torre de control, que entró en servicio en febrero, dan un nuevo aspecto al aeropuerto barcelonés.
La T-Sur, con forma de espada, tiene un presupuesto de 850 millones de euros, una superficie de 525.000 metros cuadrados, similar a 82 campos de fútbol, frente a los 121.600 metros cuadrados de la Terminal Norte, y la parte alargada de la espada tiene una anchura similar a 10 carriles de autopista.
Las obras de la terminal registran un importante impulso desde febrero, cuando los controladores se trasladaron a la nueva torre de control ya que la utilización de la antigua dificultaba la visión de la plataforma de aeronaves.
Ahora se trabaja en la colocación de las cubiertas de los techos y se preparan las pasarelas de embarque, ya se han colocado 30 de las 43 que tendrá, además de poner las instalaciones eléctricas y los servicios antiincendios.
Las obras de la T-Sur, que permitirán procesar en solitario más de 25 millones de pasajeros al año, avanzan a un ritmo similar al de la construcción de 100 pisos de 100 metros cuadrados al mes.
Aena ya tiene preparada la estación que acogerá el metro, el AVE y los trenes de Cercanías en la nueva terminal, aunque el edificio entrará en funcionamiento sin ninguna conexión ferroviaria.
A la nueva terminal llegará la línea 9 del metro y la línea de 10 de Cercanías, pero todavía no hay una fecha comprometida, más lejos todavía está la posibilidad de que los pasajeros lleguen a la T-Sur en AVE porque aunque existe un acuerdo político para la llegada de la alta velocidad al aeropuerto ésta todavía no está resuelta.
En estos momentos, Aena está ejecutando el desvío de la C-31 para hacer un acceso directo a la nueva terminal, lo que permitirá al aeropuerto tener dos salidas directas a esta vía.
Otra de las obras destacadas, que entrará en servicio a finales de mayo, es el edificio Intermodal, que une las terminales A y B y las comunica con la futura estación ferroviaria y de metro que se situará en el subsuelo de este espacio.
La Ciudad Aeroportuaria es otro de los proyectos importantes de la ampliación de El Prat, la zona de carga ya se ha ampliado y el Parque de Servicios Aeronáuticos ya tiene varias naves construidas.
En esta zona estarán los cuatro hangares de las compañías aéreas, de unos 25.000 metros cuadrados, y hasta ahora han solicitado un hangar Iberia, Spanair y Vueling.
La zona central de la Ciudad Aeroportuaria, donde está prevista la construcción de oficinas y hoteles, forma parte del plan director pero todavía no se ha desarrollado.
A largo plazo, sin fecha ni proyecto concreto, se prevé construir en El Prat una nueva terminal, la nominada satélite, que tendrá forma de Y, y se ubicará a un kilómetro de distancia de la T-Sur, con la que se espera llegar a 70 millones de pasajeros al año. EFECOM
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