
Macarena Vidal
Sao Paulo, 9 mar (EFECOM).- El acuerdo de cooperación sobre etanol firmado hoy entre EEUU y Brasil abre "un nuevo momento para la humanidad" y convertirá a ambos países en "mejores guardianes del medioambiente", afirmaron hoy los presidentes George W. Bush y Luiz Inácio Lula da Silva.
Ambos mandatarios anunciaron el acuerdo, firmado hoy por la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el ministro de Exteriores de Brasil, Celso Amorim, tras visitar un centro de almacenaje y transporte de biocombustibles en las afueras de Sao Paulo.
Bush -que se encuentra inmerso en una gira por América Latina para contrarrestar la influencia del presidente venezolano, Hugo Chávez- hizo énfasis en las bondades para el medio ambiente y la economía que acarreará el acuerdo para los países de la región.
El pacto "nos hace mejores guardianes del medio ambiente", aseguró el presidente en varias ocasiones a lo largo de su declaración.
"Cuando se es dependiente del petróleo, tienes un problema de seguridad nacional, esto quiere decir que dependes de las decisiones de otros países", explicó, en una aparente alusión a las ventas de petróleo barato por parte de Venezuela a otros países de la región.
Además, el acuerdo "conviene a nuestros intereses económicos", pues "en un mundo globalizado, si aumenta la demanda en China o India, sube el precio del petróleo en nuestros países", apuntó Bush.
Por su parte, el presidente brasileño destacó que el "ambicioso" memorándum de entendimiento abre "un nuevo momento para la humanidad".
El presidente brasileño recordó que la génesis de este acuerdo se remonta a la primera visita de Bush a Brasil, hace dos años, cuando "estuvo a punto de dejar a la mitad el almuerzo" porque, según dijo, "yo no hacía más que hablarle del etanol".
Lula aseguró que el acuerdo permitirá desarrollar tecnología para obtener etanol "sin afectar al suministro de alimentos o sin dañar a los bosques tropicales".
Con estas palabras, respondía a los manifestantes que en los últimos días en Sao Paulo denunciaron que la producción masiva de etanol puede hacer que se eliminen forestas tropicales para dedicar los terrenos a cultivar caña para obtener ese alcohol.
Quienes se oponen al pacto también están preocupados porque cultivos que ahora se destinan principalmente a la alimentación se deriven a la producción de biocombustibles.
El acuerdo permite la coordinación de Brasil y EEUU para establecer estándares internacionales para los biocombustibles, de modo que puedan comercializarse en los mercados internacionales.
Ambos países fomentarán también la producción de este combustible en países de Centroamérica y el Caribe, para responder a la creciente demanda mundial de esta fuente de energía alternativa al petróleo.
Lo que el acuerdo no contiene es una reducción de los aranceles que EEUU impone al etanol procedente de Brasil, y que equivale a 54 centavos de dólar por galón, además de una tasa del 2,5 por ciento.
El gobierno de Lula da Silva pretende una rebaja de esos impuestos, mientras que Washington alega que la cuestión corresponde al Congreso de EEUU.
Brasil es el principal productor de biocombustibles del mundo, ya que dedica 5,6 millones de hectáreas al cultivo de caña de azúcar que producen 18.000 millones de litros de etanol anualmente.
Brasil y Estados Unidos acumulan el 70 por ciento de la producción mundial de etanol, aunque en el caso del país norteamericano este alcohol se obtiene a partir del maíz.
Tras la comparecencia conjunta de ambos presidentes, Bush y Lula mantendrán una reunión que continuará con un almuerzo de trabajo en el hotel donde se aloja el presidente estadounidense en Sao Paulo.
Además de la cooperación en materia de biocarburantes, ambos tratarán también sobre la ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y sobre la situación regional.
Tras una rueda de prensa conjunta, Bush cerrará su presencia en Sao Paulo con una visita a un centro comunitario en el barrio de Morimbí, un área donde conviven elegantes mansiones y míseras favelas.
Esta noche Bush partirá hacia Uruguay, donde mañana se reunirá con el presidente Tabaré Vázquez en la estancia Anchorena, a unos 200 kilómetros de Montevideo, antes de continuar viaje hacia Colombia, Guatemala y México. EFECOM
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(con fotografía)