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El etanol y la ronda de Doha, el plato fuerte de la visita de Bush a Brasil

Sao Paulo, 8 mar (EFECOM).- Avanzar en las iniciativas para el comercio del etanol y la Ronda de Doha son los principales objetivos de Brasil en la visita que hoy inicia el presidente de EEUU, George W. Bush, cuya llegada estaba precedida de numerosos actos de protesta protagonizados por mujeres.

Bush llegará a última hora de la tarde a Sao Paulo, única escala de su visita a Brasil, pero el programa de actividades, que no llega a 24 horas, no comenzará hasta este viernes, cuando celebrará dos reuniones con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Siva.

En las diferentes entrevistas concedidas en los últimos días, ambos presidentes han manifestado su interés en promover un aumento mundial del consumo de biocombustibles y en salvar las negociaciones multilaterales de la Ronda de Doha en el ámbito de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Los dos asuntos volverán a ser abordados en el encuentro que ambos presidentes tendrán el 31 de marzo próximo en Camp David (EEUU), según fuentes diplomáticas brasileñas.

Del etanol hablarán durante su visita a una planta de la petrolera brasileña Petrobras en la que se mezcla ese combustible alternativo a la gasolina, en tanto que los asuntos comerciales serán abordados en el almuerzo de trabajo que tendrán en un hotel de Sao Paulo.

Además de esos dos encuentros y de la visita a las instalaciones de Petrobras, el presidente estadounidense tan solo tiene previsto en Sao Paulo una visita a una organización no gubernamental que atiende a menores carentes.

La visita oficial de Bush, así como las manifestaciones en las que las mujeres ocupan un lugar relevante ya que su llegada coincide con el Día Internacional de la Mujer, prometen paralizar a esta ciudad de once millones de habitantes y enormes embotellamientos.

Las autoridades han movilizado cerca de 4.000 policías y militares, entre ellos unos 300 estadounidense, para garantizar la seguridad.

Lula ha excluido de los asuntos a tratar el del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, cuya creciente influencia en varios países latinoamericanos es supuestamente vista con desconfianza por Washington.

"La posición de Brasil es la de mantener relaciones con Estados Unidos y con todos los demás países del continente americano, como Venezuela, Argentina y Uruguay", subrayó hoy la ministra brasileña de la Presidencia, Dilma Rousseff, al descartar que el acercamiento a Bush pueda ser interpretado como un alejamiento de Chávez.

La ministra agregó que la relación de Brasil con Washington está en su mejor nivel posible, pero que ello no impedirá que, en su reunión, Lula insista en la eliminación de las tasas que dificultan el ingreso del etanol brasileño al mayor mercado mundial.

"No es posible que Brasil no defienda su derecho a vender el etanol nacional, que es más competitivo. Vamos a defender la presencia del producto en el mercado estadounidense y en el mercado en general", afirmó Rousseff.

Pese a que EEUU se propuso elevar el consumo de biocombustibles y va a firmar con Brasil un memorando de entendimiento sobre el asunto, Washington ha advertido que difícilmente eliminará las barreras arancelarias que restringen la compra de etanol brasileño.

EEUU, con una producción de cerca de 20.000 millones de litros anuales de etanol de maíz, y Brasil, con unos 17.000 millones de litros de etanol de caña de azúcar, acaparan cerca del 70 por ciento de la producción mundial de este combustible alternativo.

Como el etanol fabricado por Brasil es más barato que el estadounidense, Washington impone un arancel del 2,5 por ciento y una tasa de 0,14 centavos por cada litro del combustible brasileño importado para proteger a sus productores.

El memorando negociado por los dos países prevé una asociación para promover la producción de etanol en países de Centroamérica y el Caribe, importantes productores de azúcar, que tienen acuerdos de libre comercio con Estados Unidos.

La asociación busca convertir el etanol en una materia prima con padrones internacionales que pueda reducir la dependencia mundial al petróleo.

Brasil también espera que el acuerdo incentive las inversiones estadounidenses en el país y que, incluso con las altas tasas, Estados Unidos aumente sus compras de etanol brasileño e incremente un flujo comercial ya récord.

El intercambio comercial entre ambos países alcanzó en 2006 el récord de 39.120 millones de dólares, lo que equivale al 17,14 por ciento de todo el comercio internacional de Brasil, con un superávit para el país suramericano de 9.740 millones de dólares. EFECOM

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