Empresas y finanzas

Airbus recorta 10.000 empleos hasta 2010 y reorganiza estructura

Toulouse (Francia), 28 feb (EFECOM).- El fabricante aeronáutico europeo Airbus procederá a una reducción de plantilla en 10.000 personas hasta 2010 y acometerá una reorganización de su estructura, para favorecer la integración y externalizar hasta la mitad de sus actividades.

El presidente de Airbus, el francés Louis Gallois, dio a conocer hoy el llamado "Power 8", un plan de reestructuración que pretende un ahorro de 5.000 millones de euros desde ahora hasta 2010 y 2.000 millones suplementarios anuales a partir de esa fecha.

Del total de 10.000 empleos que desaparecerán la mitad son de contratos interinos o de empresas subcontratistas, cuyas supresiones comenzarán inmediatamente, y la otra mitad a empleados de plantilla de Airbus.

Gallois, que antes de presentar a la prensa el plan se reunió con los sindicatos, aseguró que se primarán medidas de jubilación anticipada o bajas incentivadas y puso énfasis en que "no se proponen despidos".

No obstante, advirtió que si los resultados no son los esperados, en un plazo de año y medio podrían aplicarse otras medidas de tipo laboral para alcanzar el objetivo de reducción de costes.

Por países, Alemania perderá 3.700 empleos; Francia 3.200; Reino Unido 1.600; España cuatrocientos y la sede central en Toulouse (sur de Francia) otros 1.100.

Airbus ha identificado seis plantas que son susceptibles de cambiar su estatus.

En el caso de Filton (Reino Unido), Méaulte (Francia) y Nordenham (Alemania), se dará entrada a socios industriales -algunos ya se han interesado- que en principio harán inversiones, aunque a la larga podrían incluso asumir su control.

Por lo que respecta a Saint-Nazaire Ville (Francia), Varel y Laupheim (Alemania), la dirección de Airbus buscará una "solución viable" que puede ser directamente su venta o reagrupamiento con factorías cercanas.

Gallois no ahorró críticas a la concepción "nacional" de Airbus, que hace que cada país quiera intervenir en las decisiones.

Es un "rompecabezas incoherente", según el empresario francés, para quien esa estructura es un lastre que dificulta la operatividad, por lo que a partir de ahora las direcciones nacionales tendrán una misión de relaciones públicas y de representación jurídica, pero ninguna capacidad de decisión.

Asimismo, se reducen, de ocho a cuatro, los llamados "centros de excelencia", donde se trabajan partes concretas de los aviones.

Así, el centro dedicado al fuselaje y la cabina estará en Alemania, la parte trasera del aparato en España, las alas y propulsión en el Reino Unido y las estructuras y equipamiento interior en Francia.

En cuanto al reparto de tareas el A350 se desarrollará básicamente en Alemania, en la fábrica de Hamburgo, que da empleo a 11.500 trabajadores, mientras que las factorías francesas se ocuparán en gran medida del A320.

El objetivo futuro es que cada tipo de avión tenga una sola línea de montaje, según Gallois.

El origen de este programa de ahorro está en la necesidad señalada por la empresa de rebajar los gastos ante las pérdidas económicas que en los próximos años llevará consigo el retraso en la fabricación del avión gigante A380, al coste del desarrollo del A350 y a la debilidad del dólar frente al euro, que castiga a los exportadores europeos.

Airbus da empleo a unas 53.000 personas, repartidas en diecisiete fábricas que están situadas en Alemania (siete), Francia (cinco), España (tres) y Reino Unido (dos).

El anuncio de los retrasos en el avión gigante A380, tuvo lugar en junio pasado y dio origen a un proceso de dificultades en la empresa aeronáutica, en la que en julio Gustav Humbert dejó la dirección a Christian Streiff, quien a su vez fue reemplazado en octubre por Gallois.

El presidente de Airbus se mostró optimista ante el futuro, por considerar que la amplia cartera de pedidos es una baza importante que dará trabajo garantizado al menos para diez años.

Lamentó que esta reorganización no se hubiera acometido hace varios años y se mostró sorprendido de las dificultades que ha encontrado para aplicar sus ideas, en una clara alusión a la acción de los Gobiernos nacionales.

Admitió como razonable la preocupación de los sindicatos, a los que volverá a ver en breve, y cifró en setecientos millones de euros el coste de la reducción de empleo prevista. EFECOM

jgb/jlm

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