Empresas y finanzas

Iberdrola hará un nuevo Plan Estratégico tras la compra de Scottish Power

Madrid, 21 feb (EFECOM).- El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, anunció hoy que la eléctrica presentará un nuevo Plan Estratégico en el último trimestre de este año si culmina con éxito la oferta de compra amistosa que ha presentado por el grupo energético Scottish Power.

La nueva estrategia de la compañía se elaborará de forma conjunta con la compañía escocesa y, previsiblemente, tendrá unos objetivos de inversión y crecimiento más ambiciosos que los que la eléctrica se ha planteado en su Plan 2007-2009, en el que prevé unas inversiones de 9.000 millones de euros.

Durante la presentación de los resultados de 2006, ejercicio en el que ha ganado un 20,1 por ciento más, Sánchez Galán reiteró que por ahora no se plantea una eventual fusión con su competidora Unión Fenosa, ambas participadas por el grupo constructor y de servicios ACS, ya que la legislación actual impide una integración de este tipo.

"Trabajamos sobre la base de lo que es posible y hoy por hoy, según la regulación vigente, no es factible una concentración (entre ambas eléctricas). No vamos a hacer futuribles sobre algo que no se puede dar", dijo.

La posición de Sánchez Galán difiere de la expresada el martes por Carlos March, presidente del grupo Banca March, uno de los principales accionistas de ACS, quien afirmó que la fusión entre estas dos compañías sería "conveniente", aunque puntualizó que se trataría de una operación "difícil y compleja".

El presidente de Iberdrola recordó que en el sector energético ya ha habido "demasiados fiascos" en operaciones de concentración como para intentarlo de nuevo sin que previamente se modifique la normativa.

En el sector se ha especulado con un posible interés de ACS, principal accionista de las dos eléctricas, en fusionar ambas compañías.

Sánchez Galán insistió en que las relaciones con la compañía que preside Florentino Pérez son buenas ("es un socio amigo") y negó cualquier tipo de "confrontación" a cuenta del poder que la constructora quiere tener dentro de la eléctrica.

Esta sintonía no se ha empañado por el hecho de que Iberdrola se opusiera a que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) de plenos poderes a ACS en la eléctrica.

Según explicó Sánchez Galán, la "obligación" de Iberdrola era pedir a la CNE que se adoptara una decisión conforme a la normativa vigente, que limita los derechos de voto de una entidad si es accionista de dos o más empresas energéticas.

Finalmente, el regulador energético permitió a ACS ejercer derechos en determinadas circunstancias, una decisión que Iberdrola estudiará en detalle antes de decidir si la recurre.

Por otro lado, hoy se ha conocido la llegada de un nuevo accionista a la eléctrica, el empresario andaluz Nicolás de Osuna, que ha adquirido el 1,058 por ciento de la compañía.

Osuna, propietario de la empresa inmobiliaria granadina del mismo nombre, pertenece desde 2005 al Consejo Consultivo de Iberdrola en Andalucía y ha sido designado para ocupar el puesto vacante que dejará el representante del BBVA José Carlos Pla Royo.

Sánchez Galán aseguró que las incorporaciones al accionariado (hace dos semanas lo hizo Alicia Koplowitz) responden a decisiones personales de inversión, y no al interés de la compañía por crear un "núcleo duro" que la proteja contra operaciones hostiles. "Iberdrola cree en los accionistas contentos, no en los blindajes", subrayó.

La compañía ganó el pasado año 1.660,3 millones de euros, cifra que representa el 20,1 por ciento más que en 2005, gracias a la buena evolución del negocio de generación en España, renovables e Internacional.

La cifra de ventas fue de 11.017,4 millones, lo que supone el 6,1 por ciento menos, mientras que el beneficio explotación (EBITDA) aumentó el 15,2 por ciento, hasta los 3.889,7 millones.

La eléctrica ha calculado que le corresponden 565,3 millones de euros por el déficit de tarifa (35,01 por ciento del total del sector) y, como en ejercicios anteriores, los ha contabilizado como efectivamente ingresados.

Además, según indica la eléctrica, parte de la normativa del sector aprobada en 2006 ha tenido un impacto negativo en sus cuentas de 622 millones de euros, 161 millones en la distribución, 220 millones en derechos de CO2 y 241 millones en distribución por el impacto derivado de los desvíos.

En la bolsa, los títulos de la eléctrica cayeron el 0,60 por ciento y cerraron a 34,68 euros. EFECOM

apc/jla

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