
La segunda eléctrica española obtuvo un beneficio neto de 1.660,3 millones de euros en 2006, lo que supone un incremento de un 20,1% respecto al año anterior. El dato está en línea con las previsiones medias de los analistas, que esperaban un beneficio de 1.652 millones. Además, la compañía destinará 9.000 millones a inversiones para crecer orgánicamente. Por otro lado, el empresario inmobiliaria Nicolás Osuna ha entrado en su capital con el 1,054%.
Por su parte, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) fue de 3.889,7 millones de euros, lo que representa un aumento de 15,2% en comparación con 2005. El beneficio neto de explotación (Ebit) progresó un 17,3%, hasta 2.654,5 millones de euros, aunque en esta magnitud incidió negativamente el Real Decreto 3/2006, que limitaba los precios del 'pool', que provocó unas pérdidas de 68 millones de euros en el negocio de distribución.
Dividendo de 1,06 euros
Estos resultados permiten a la eléctrica proponer una retribución a los accionistas de 1,06 euros por título (1,04 euros de dividendo más 0,02 euros de prima de asistencia a la próxima junta general de accionistas, que se celebrará el 19 de marzo), cifra que prácticamente duplica la cifra del ejercicio 2000.
Al cierre de 2006, el ratio de apalancamiento de Iberdrola se situó en el 55,4%, frente al 56,5% de diciembre de 2005, aunque teniendo en cuenta la financiación de la insuficiencia tarifaria, dicho apalancamiento se situaría en el 54,3%. Cabe resaltar la disminución del coste financiero de la compañía, que se situó en el 4,41%, frente al 4,55% del año anterior.
Nuevo plan estratégico
Tras culminar con "éxito" el Plan Estratégico 2001-2006, con el que la empresa ha conseguido duplicar su tamaño, Iberdrola encara el futuro con un nuevo plan para el periodo 2007-2009 que contempla el comienzo de un nuevo ciclo inversor en el marco del cual pretende destinar 9.000 millones de euros a seguir creciendo orgánicamente en el negocio energético básico en España y el extranjero.
Iberdrola afronta una nueva etapa estratégica con la compra amistosa de Scottish Power por 17.100 millones y, una vez culminada esta operación anunciada el pasado mes de noviembre, la compañía considerará la posibilidad de incrementar las inversiones en el negocio energético básico en España y en el extranjero.
Tras la decisión favorable por parte de la Comisión Europea, Iberdrola confía en que su integración con Scottish Power culmine con éxito a finales de abril de este año, una vez que se obtengan las autorizaciones todavía pendientes.