El consejo de administración de Caja Burgos ha rechazado por unanimidad la fusión con Caja Duero y Caja España, según han informado a elEconomista fuentes de la compañía. Por su parte, los consejos de Caja España y Caja Duero han dado el visto bueno a la operación unas horas antes.
Así lo puso de manifiesto el presidente de la entidad de ahorro, José María Arribas, quien durante una comparecencia ante los medios de comunicación tras la celebración del Consejo destacó que las "divergencias" no han respondido sólo a puntos vinculados, por ejemplo, con la ubicación de la sede, "ni siquiera por la presidencia".
En esta línea, Arribas apuntó a criterios relacionados con la "base" de esa futura caja de ahorros regional como germen de la negativa de Caja de Burgos, entidad que, añadió, estaba "dispuesta a sacrificar lo que fuera necesario".
"No lo hemos conseguido porque no se nos ha tenido en cuenta", aseveró y añadió que "tampoco se han tenido en cuenta los caracteres de Burgos, tanto en el mercado como en su organización".
"Decepcionados"
Igualmente, recalcó en que Caja de Burgos "no es partidaria de periodos de transición largo" e insistió en que "buena práctica" debía haber sido el criterio a seguir en todo el proceso.
En este sentido, aseguró que los miembros del consejo están "decepcionados" por lo ocurrido y por no haber alcanzado el éxito en el proyecto conjunto con las otras dos entidades.
Además, reiteró que en esta decisión también han influido otros aspectos como el "respeto a los burgaleses, a los empleados y al equipo directivo y al consejo de la entidad".
Por último, reseñó que la caja "está abierta" a futuras negociaciones o procesos que se le planteen en el futuro e insistió en que "Caja de Burgos es suficientemente solvente para seguir su proyecto en solitario".
"Seguiremos por el momento solos porque tenemos proyectos y estaremos atentos por si alguien nos ofrece un proceso mejor", concretó.
Caja Duero y Caja España aprueban el proyecto
Por su parte, Caja España y Caja Duero han aprobado el inicio de un proceso de fusión del que Caja Burgos se ha desmarcado y por lo que la Junta de Castilla y León ha pedido responsabilidades a los directivos de la entidad burgalesa.
Los consejos de Administración de Caja España y de Caja Duero, en sendas reuniones en León y en Salamanca, respectivamente, han acordado por unanimidad iniciar un proceso de fusión, que se espera que concluya a mediados de 2010.
El presidente de Caja España, Santos Llamas, ha informado, en rueda de prensa, que será prácticamente como "empezar de cero" en este proceso, en el que "hay mucho avanzado" pero hay que "refundirlo" y "adaptarlo" a las dos entidades.
Llamas ha confiado en que, una vez que lo apruebe la asamblea general, el 30 de junio de 2010 "esté registrada y operativa" la entidad resultante, en aras a "empezar a funcionar a primeros de julio".
Plazos
Si los plazos continuaran según lo previsto, en "febrero o marzo" de 2010 habrá sendos consejos de administración de carácter "definitivo", en los que ambas entidades votarán si fusionarse o no.
En caso afirmativo, aproximadamente en "marzo o abril" se votará en las correspondientes asambleas generales.
Por su parte, el presidente de Caja Duero, Julio Fermoso, en rueda de prensa, ha declarado que tras desmarcase Caja Burgos del proceso, es necesario estudiar de nuevo los planes de negocio y de viabilidad para la entidad resultante de la fusión.
Para ello, el Consejo de Caja Duero pedido a su Dirección General que antes del próximo 30 de noviembre haya adaptado "los estudios existentes al nuevo escenario".
Fermoso ha recalcado que la negociación con Caja España estará marcada por un "riguroso análisis" de la situación laboral en que queden los trabajadores con la fusión.