Caja de Burgos pone sus condiciones. No habrá fusión con Caja España y Caja Duero si no se acuerdan tres sedes para la nueva caja, seis direcciones generales, tres directores generales (dos adjuntos) y una participación en el futuro consejo de administración de la caja que sería del 29 por ciento para la burgalesa y del 31 por ciento para cada una de las otras dos.
Según informaron a este periódico fuentes conocedoras de la negociación, al cierre de esta edición éstas eran las condiciones que, durante una reunión entre las tres entidades, había sobre la mesa para alcanzar un acuerdo de fusión que, previsiblemente, hoy, se conozca si saldrá o no adelante.
No obstante, y antes de llegar hasta ese punto, el presidente de la entidad burgalesa, José María Arribas, advertía de que no se ha llegado "al mínimo consenso" sobre el reparto de las sedes y la composición del organigrama.
Durante el fin de semana, los contactos habían sido muy intensos para llegar a un acuerdo. De hecho, el domingo se filtraba la existencia de un pacto que daba vía libre a que los consejos se reuniesen hoy para cumplir con el plazo dado por el Banco de España, que fijaba el 10 de noviembre como fecha límite.
Puntos del protecto
Dicho acuerdo establecía que León mantendría la sede oficial y los servicios informáticos, Salamanca acogería la sede ejecutiva (dirección general) y los servicios centrales de la entidad resultante, mientras que Burgos tendría la corpo- ración que gestionaría las participaciones empresariales.
En este acuerdo, Caja Duero y Caja España tendrían un 37% de representación mientras que Burgos quedaría con el 26. La dirección general la ocuparía Lucas Hernández, al menos hasta el mes de junio.
Sin embargo, a media mañana de ayer, Arribas enviaba un comunicado a los trabajadores de la caja en la que negaba tal acuerdo. En el texto, reconoce la existencia de una propuesta con las "cesiones máximas" de las otras dos entidades, aunque advertía que en ese documento "no se ha llegado al más mínimo consenso".
El presidente de la Caja iba más allá y aseguraba que durante la negociación "no se han atendido las posiciones y propuestas de Caja de Burgos", además de haber manifestado su "desacuerdo con importantes puntos del proyecto" durante las conversaciones. Por último, y a modo de vaticinio aseguraba a los empleados que no se tomarán decisiones que no cumplan los objetivos marcados". Arribas reunió ayer a su consejo de administración para dar cuenta de manera informal de "éstos y otros aspectos" de las negociaciones.
La situación ayer por la tarde sobre el futuro de la operación era extremadamente incierta. La reunión prevista entre las cajas y el presidente de la Junta y el vicepresidente económico para dar carta de naturaleza al supuesto acuerdo y trasladarlo al Banco de España fue desconvocada. Aunque luego se intentó un acuerdo in extremis con una reunión de la que al cierre de esta edición se desconocía su resultado.
La decisión final, hoy
Caja Duero y Caja España esperaron varias horas para convocar a sus consejos de administración para conocer si Caja de Burgos iba a hacer lo mismo. Finalmente decidieron hacerlo por su cuenta. A última hora, Caja de Burgos también convocó a su máximo órgano de gobierno. La gran incógnita podría despejarse, finalmente, hoy a partir de la seis de la tarde.