
El banco británico registró en el tercer trimestre del año unas pérdidas netas de 1.800 millones de libras (más de 2.000 millones de euros), frente al beneficio de 871 millones de libras que obtuvo en el mismo periodo de 2008. Según ha informado Royal Bank of Scotland (RBS), estos malos resultados se deben a las provisiones por depreciación de activos.
En concreto, entre julio y septiembre RBS provisionó 3.280 millones de libras por la depreciación de sus activos, muy por encima de los 1.280 millones del tercer trimestre del año anterior.
Más depreciaciones
Sin embargo, la entidad financiera destacó que decrecieron un 30% con respecto al segundo trimestre del año, cuando éstas se situaron en 4.700 millones de libras. Esto da muestras de "estabilización", indica RBS en un comunicado, aunque espera que el impacto negativo de de las depreciaciones en sus cuentas se mantendrá en "niveles elevados en los próximos trimestres".
Los ingresos de la entidad se redujeron un 17% hasta 7.090 millones de libras (cerca de de 7.9200 millones de euros). En cuanto al ratio de solvencia 'Core Tier 1', éste se situó en el 5,5%, aunque se elevará al 11,1% gracias al nuevo plan de ayudas del gobierno británico, explicó el banco.
Nueva inyección
Esta semana, RBS alcanzó un acuerdo con el gobierno de Reino Unido para recibir una nueva inyección de capital. En concreto, el Tesoro británico comprará acciones del banco por valor de 25.500 millones de libras, con lo que la presencia estatal en la entidad se elevará a 84,4%. En total, de las arcas británicas han salido 45.500 millones de libras, lo que supone el rescate más caro de cuántos ha habido en la crisis.
En virtud del nuevo pacto, se reduce el importe conjunto de los activos tóxicos cubiertos por el programa de garantía del gobierno de Gordon Brown hasta los 282.000 millones de libras (312.166 millones de euros), mientras que se eleva a 60.000 millones de libras (66.416 millones de euros) el umbral de pérdidas asumidas inicialmente por el banco, a partir del cual el Tesoro se hará cargo del 90% de los números rojos.
Además, deberá desprenderse de su negocio asegurador y reducir su presencia en el sector bancario de Reino Unido mediante la venta del 14% de su negocio minorista.