
Un crédito de 6.800 euros para montar un pequeño negocio o para que una familia consiga, por ejemplo, el dinero suficiente para conseguir pagar la hipoteca sobre su vivienda. Sin garantía real y a devolver hasta en seis años, con tipos de interés de entre el 12 y el 5%.
Hasta 130 microcréditos con estas características son los que Microbank, el banco filial de La Caixa, formaliza diariamente durante los dos últimos años, en los que ha cerrado casi 50.000 operaciones -48.813 proyectos- por un importe de 331,8 millones. Pero esa no es la meta. Según explicó el director general de La Caixa, Juan María Nin, la intención es seguir pedaleando hasta conseguir ser "el banco de microcréditos más importante de Europa y creo que en un plazo breve de tiempo se puede conseguir".
De momento, no parece que uno de los obstáculos más difíciles de sortear, la morosidad, les vaya a impedir alcanzar ese objetivo, ya que entre enero y septiembre se contuvo en el 2,7% con una cobertura del 117%. Y, mientras tanto, la actividad arroja un beneficio de 5,2 millones de euros.
Sin embargo, Nin prefirió hacer un ejercicio de realismo y reconoció que "la morosidad crecerá porque la situación actual impacta directamente sobre Microbank".
Morosidad
El director general de La Caixa vaticinó, sin embargo, una evolución de la morosidad diferente para el resto del sector financiero sobre el que, no obstante, prefirió esperar a tener en la mano los balances para certificar que los ritmos de crecimiento de la morosidad se están frenando.
Como tampoco se atrevió a dar por cerrado el mapa financiero catalán tras la fusión de cajas (ver más información en página 10). Un mapa en el que Nin negó que el Banco de España le haya pedido que contribuya a redibujar sus fronteras y del que dijo que "aquí no hay nada definitivo". No obstante, recordó que este tipo de procesos en España han sido "modélicos".