Natalia Kidd
Buenos Aires, 15 feb (EFECOM).- Argentina logró en 2006 un crecimiento económico del 8,5 por ciento que se suma a tasas similares de expansión logradas en los tres años precedentes para recuperarse del "infierno" desatado a finales de 2001.
El país no registraba semejante racha en varias décadas, pero la remontada se inició desde el hoyo al que cayó Argentina tras una recesión de cuatro años y la caída del diez por ciento en el Producto Interior Bruto (PIB) de 2002, por lo que, como gusta decir el presidente Néstor Kirchner, el país acaba de entrar en el "purgatorio".
"Había quienes decían que Argentina crecía por un efecto rebote. A esta altura (...) estamos creciendo muy bien. Estamos entrando en el quinto año consecutivo de crecimiento", destacó hoy el gobernante, tras anunciar el crecimiento logrado en 2006.
Algunos economistas locales han denominado a esta racha de crecimiento como "póker de nueves", pues el PIB creció un 8,7 por ciento en 2003, un nueve por ciento en 2004, un 9,2 por ciento en 2005 y un 8,5 por ciento en 2006.
La recuperación se explica por varios factores, entre ellos la decisión del Gobierno argentino de mantener un tipo de cambio alto para sustituir importaciones y promover exportaciones.
"La consecuencia fue que Argentina logró en estos años altísimos superávit comerciales -entre 10.000 y 15.000 millones de dólares- y eso generó recursos genuinos de financiación, que antes se conseguía mediante endeudamiento externo", dijo hoy a Efe el economista Pablo Tigani.
Para el consultor, la segunda clave de la recuperación fue "la paulatina recomposición del ingreso, sobre todo de los sectores más postergados a través de subsidios, que permitió lograr una distribución de los ingresos un poco menos injusta".
El tercer pilar fue "el abandono de una economía financiera de especulación por un modelo con un fuerte componente de industria nacional, que es gran generadora de mano de obra", apuntó Tigani, quien subrayó que "los números son elocuentes".
La industria, de hecho, creció en estos cuatro años a tasas de entre el ocho y el 16 por ciento anuales.
La tasa de desempleo pasó del 24,1 por ciento en lo peor de la crisis a un 10,2 por ciento en el tercer trimestre del año pasado.
Asimismo, la pobreza bajó del 57,5 por ciento en 2002 al 31,4 por ciento en 2006.
Tigani también destacó la reestructuración de deudas por 81.836 millones de dólares, con una quita del 65,4 por ciento, lograda por Argentina hace dos años, operación que "le da aire y tiempo para generar recursos propios".
"Hace 50 años que Argentina no lograba por cuatro años consecutivos tener al mismo tiempo superávit fiscal primario y por cuenta corriente", destacó el economista.
Para que a Argentina salga del "purgatorio" y ascienda el "cielo", Tigani dijo que el Gobierno debería elaborar "un plan de largo plazo atractivo para incrementar la inversión extranjera directa y lograr el retorno de los fondos de argentinos por 140.000 millones de dólares en el exterior, lo que permitiría mantener el crecimiento económico".
Para 2007 todos los pronósticos son positivos: el Gobierno proyecta un crecimiento del PIB del cuatro por ciento, mientras que los analistas privados pronostican un alza del siete por ciento.
Con todo, no faltan las "luces de alerta" y han sido los organismos internacionales los encargados de hacer las advertencias.
La Organización Mundial del Comercio difundió este lunes una serie de recomendaciones para Argentina en las que alertó sobre el nivel de inflación, que fue del 9,8 por ciento en 2006, uno de los más altos de la región y en parte atribuible al "recalentamiento económico".
Hace pocos meses el Fondo Monetario Internacional ya se había mostrado preocupado por la inflación y por el "aumento drástico" del gasto público en Argentina.
Este martes, la vicepresidenta del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Pamela Cox, destacó la "rápida recuperación" de la economía argentina, pero reclamó al Gobierno de Kirchner "reglas previsibles para atraer a los capitales privados", solucionar "los cuellos de botella en materia de infraestructura" y atender al nivel de pobreza que es aún "muy alto". EFECOM
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