Empresas y finanzas

El 'retiro dorado' de los banqueros españoles

Los cinco principales bancos atesoran 577 millones de euros para pagar las pensiones de sus 'primeros espadas' y poder afrontar despidos anticipados en caso de producirse.

Mucho se ha hablado esta semana de la prejubilación del ex consejero delegado de BBVA, Jose Ignacio Goirigolzarri, y su millonaria contraprestación. De sobra es sabido que los banqueros españoles son los peor remunerados si se compara con el sector a nivel internacional, pero son compensados con las pensiones y con blindajes por despido.

Los principales bancos de nuestro país atesoran en sus cajas fuertes 576,9 millones de euros para afrontar indemnizaciones por cese y, sobre todo, las jubilaciones de sus primeros espadas. Poco más de 382 millones corresponden a este último concepto y son acumulados, básicamente, por los dos grandes del sector.

Los políticos se han echado contra BBVA por el salario de unos 3 millones al año que cobrará Goirigolzarri, para lo que el banco ya ha dotado más de 52 millones a cierre de 2008 y 54,4 a junio de 2009. Ninguno de los parlamentarios que se han pronunciado han destacado en sus declaraciones que el ex número dos de BBVA ha renunciado a la indemnización por cese que le correspondía, de 60 millones, ya que su marcha fue pactada con la cúpula del grupo.

Este tipo de blindajes, existentes también en otros sectores de la actividad económica, sirven a las empresas para evitar su despido en posibles ofertas hostiles de compra por parte de rivales. El presidente de BBVA ha renunciado a indemnización por la destitución a partir del próximo año, una vez que tenga los 65 años, y sea ratificado por la junta general como máximo responsable de la entidad otros cinco años.

La pensión, que ha sido la fuente de todas las polémicas en los últimos días, es una parte del salario que perciben los altos directivos de la banca. En el caso del grupo vasco no son las más elevadas. La provisión que acumula BBVA para González ascendía a 72,4millones en diciembre del ejercicio pasado y a 80 millones en junio del presente. A lo largo de los años y ante la renuncia de la indemnización éstas han aumentado de forma progresiva.

Los 'blindajes' en el Santander

La hucha para la jubilación más elevada del sector financiero en nuestro país corresponde al consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz. La entidad cántabra ya ha destinado a esta hucha más de 80 millones.

El Santander es flexible en su política retributiva. Tres de sus seis consejeros ejecutivos pueden elegir la compensación en caso de ser despedidos. Pueden prejubilarse con un salario anual determinado o pueden recibir un pago único tras su marcha. Sáenz tendría derecho a un pago único de 36 millones o un salario anual de casi 5 millones. Los otros dos son Juan Rodríguez Inciarte y Ana Patricia Botín. Sus cantidades son menores.

Cabe destacar la escasa cuantía que acumula el presidente del banco cántabro con respecto a sumano derecha. Emilio Botín percibiría una jubilación de 25,57millones de euros, la tercera parte que el consejero delegado. Además, cuenta con la indemnización más pequeña de los seis consejeros
ejecutivos del Santander, de 1,87millones.

El máximo responsable de la entidad roja, no obstante, es accionista de referencia, en nombre de la familia. La participación accionarial de los Botín supera el 2,5 por ciento.

Entidades medianas

Estas partidas son muy inferiores en el resto de bancos. También lo es su tamaño. Los primeros ejecutivos de Banesto (al que hay que descontar a su presidente Ana Patricia Botín), Sabadell y Popular aportan tan sólo 10,2 millones en su conjunto al global. Y sólo el consejero
delegado de la filial del Santander cuenta con un blindaje en caso de despido. José García Cantera tiene derecho a percibir dos anualidades de su retribución fija de 1,4millones de euros.

El debate

¿Es mucho o es poco? Pues depende con qué se compare. Si se hace con la jubilación de la clase media española, estas cifras podrían ser escandalosas, como han calificado
algunos políticos. Si se hace con el beneficio que obtienen año tras año los dos mayores bancos, que no han sido rescatados por el Estado ni han acudido a ningún tipo
de ayuda pública a diferencia de los gigantes estadounidenses y europeos, resultaría menos llamativo.

Tanto el Santander como BBVA han escalado a los puestos uno y dos del ranking mundial por ganancias. El primero obtuvo un resultado de 9.000 millones. El segundo superó
los 5.000 millones.

Si se compararan con las contraprestaciones que han
recibido los primeros espadas de entidades caídas en el extranjero, las cantidades tampoco serían tan llamativas.
Stan O'Neil deMerrill Lynch se llevó 161millones de dólares (111 millones de euros) tras ser adquirido por Bank of
America ante las pérdidas millonarias, mientras que Charles Prince de Citigroup se embolsó 105 millones de euros (72 millones de euros) tras la nacionalización del gigante financiero como consecuencia del agujero provocado por los activos tóxicos.

La prejubilación de Goirigolzarri se ha producido después de que los países más industrializados del mundo no hayan conseguido poner coto a los salarios abusivos del sector
financiero, tras los escándalos de algunas entidades.

Lo único que ha logrado el G-20 es un compromiso para aumentar la transparencia de la entidades y ligar los sueldos a los resultados y la rentabilidad para los accionistas.

Los bancos españoles, además, de guardar dinero para pensiones y blindajes tienen determinados planes de retribución en especie, como son las stock options o reparto de títulos propios para sus ejecutivos en función de la consecución de unos objetivos previstos, cuyo importe en algunos casos supera el salario fijo de un ejercicio
completo. El Santander posee la primera opción y BBVA, la segunda.

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