
Los expertos no creen en el mito del octubre maligno, pero sí adelantan que puede ser un mes de altibajos porque se abre la temporada de presentación de cuentas trimestrales. Los más agresivos pueden aprovecharla. ¿Batirán las empresas o no las previsiones? Es probable que usted sea un inversor de los que les gusten más los hechos que las promesas.
Pues ahí va algo de lo primero: los datos que se publican, ya sean empresariales o macroeconómicos, cuando sorprenden, suelen alternar el comportamiento de los índices. Tal vez el ejemplo más reciente fue la presentación el pasado miércoles del índice que mide la actividad manufacturera en Chicago. Los expertos esperaban que subiera en septiembre, pero sorprendió para mal y cayó. Reacción: que los mercados que estaban abiertos se deslizaron dramáticamente para abajo. El Ibex pasó en algo más de media hora de cotizar rozando a 11.900 puntos a colocarse sólo ligeramente por encima de los 11.600 puntos.
Un descenso que, observado con otros ojos, se puede ver como una oportunidad para los inversores más agresivos. Es decir, para aquellos que operan esperando que los datos que se publiquen provoquen movimientos en los índices bruscos, ya sean éstos al alza o la baja. Algo de lo que octubre puede estar plagado porque se abre la temporada de resultados empresariales.
Aproveche los resultados de EEUU
Para un inversor español lo más cómodo puede ser operar sobre el Ibex 35 -se puede realizar la operativa tanto con derivados tradicionales como con contratos por diferencias, CFD- aprovechando la publicación de datos y resultados que vengan de Estados Unidos. La bolsa española está siempre abierta cuando se dan a conocer los datos macroeconómicos a primera hora de la tarde y también las cotizadas dan números cuando presentan cuentas en la apertura de Wall Street, pero también existen otras alternativas. Por ejemplo, posicionarse directamente sobre la acción que va a presentar sus números o sobre el índice en el que cotiza, da igual que sea español o extranjero.
Algunos de los emisores de contratos por diferencias que operan en España ofrecen una gama completa de CFD tanto sobre acciones como sobre índices, que permiten realizar estrategias de ambos tipos -directamente sobre el título que presenta resultados o sobre el índice en particular-.
Elegir un subyacente u otro depende de factores como el peso que cada valor tenga en el índice -si la compañía cuenta con un peso muy bajo el movimiento que realizará el índice lo será también, luego las oportunidades de ganancias se reducen- o de la hora a la que se espera que las empresas presenten sus números.
En España, por ejemplo, es muy habitual que una compañía presente sus números antes o después de la apertura del mercado, por lo que el inversor podría asumir muchos riesgos si se equivoca con la tendencia que tome el valor. Si la compañía sorprende, lo normal es que abra la sesión cotizando con una diferencia acusada respecto a su cierre anterior, por lo que deshacer la posición puede ser complejo.
Un seguro contra imprevistos
Una alternativa para cubrir este tipo de imprevistos es operar con stop loss garantizados, aunque incrementa el coste. Son seguros que aseguran un precio de salida (compra o venta del subyacente dependiendo de si nos hemos posicionado alcistas o bajistas) al precio que nosotros marcamos. Además, es un coste que se asume tanto si se acierta, como si no, con la posición porque se paga por el seguro.
La alternativa son los stop loss y realizar operativa con valores muy líquidos porque aunque éstos abran con una fuerte diferencia, es más probable que cuando la cotización se normalice permitan deshacer la operación a un precio más adecuado. Con los CFD sobre índices también se puede aminorar el riesgo, porque algunos emisores, como IG Markets, los cotizan 24 horas, lo que permite salirse del Ibex 35 fuera de hora.