Empresas y finanzas

Grandes firmas del chocolate buscan nuevos mercados en una China poco golosa

Antonio Broto

Pekín, 14 feb (EFECOM).- Aunque los chinos son en general poco amigos del azúcar, y por ende del chocolate, poco a poco van aficionándose a este dulce occidental, y un mercado de 1.300 millones de golosos potenciales es codiciado cada vez más por las grandes multinacionales del cacao.

Gigantes del sector como la estadounidense Cadbury, la británica Dove y la suiza Nestlé ya venden sus productos en todo el país, y en fechas como hoy, Día de los Enamorados, las cajas de bombones se venden a millones, ya que los chinos han importado de la vecina Corea del Sur la costumbre de regalar chocolates a sus bienamados.

Aún queda camino por recorrer, ya que los chinos, según las estadísticas, consumen menos de 50 gramos de chocolate por persona y año, frente a los ocho kilos de media en Europa Occidental (en la que los suizos son los reyes del dulce, con 10 kilos anuales).

El mercado chino del chocolate, que mueve unos 639.000 millones de dólares al año pero pude dar mucho más de sí en el futuro, promete dar grandes tumbos este año, especialmente con la irrupción a China de Hershey, el mayor fabricante estadounidense de chocolates.

La firma de Pensilvania anunció a finales de enero la creación de una empresa mixta con la surcoreana Lotte (Hershey tendrá el 49 por ciento de las acciones) que fabricará chocolate en una factoría de Shanghai.

Será uno de los primeros chocolates "foráneos" que se fabriquen en China, ya que hasta ahora mucho del chocolate extranjero es importado, y el nacional, muy pobre en leche y cacao, tiene un sabor muy vagamente similar al de los chocolates de verdad.

Dove lidera la cuota de mercado, con casi el 12 por ciento, seguida por Cadbury, Le Conte y Nestlé. Los bombones Ferrero Rocher también son ampliamente conocidos, y en el Día de los Enamorados no es raro regalar cajas de este producto con forma de corazón o ramo de rosas.

Sólo dos de las 10 marcas más vendidas en China (el Mono de Oro y Shenfeng) son nacionales, por lo que las empresas locales son animadas a mejorar su calidad si quieren competir por el cada vez más reñido mercado chino.

Chocolates españoles, como los de la marca Valor, también empiezan a venderse en China, intentando que los chinos cambien su paladar, más acostumbrado a los sabores salados y picantes.

La empresa Pinli es una de las que importan chocolates Valor, y su jefe de ventas, Gan Xidong, destaca que el mercado es "muy potente" y crece a un ritmo "rapidísimo".

"El consumidor medio tiene entre 20 y 40 años, gente joven aficionada sobre todo al chocolate más puro, el de mayor contenido en cacao", comentó Gao a Efe.

El empresario advierte sobre las características del mercado chocolatero chino, que apenas tiene cinco años de experiencia, y en el que, por ejemplo, es muy difícil vender chocolates en verano, ya que los chinos piensan que en los meses de calor es malo para su salud.

Para promocionar el consumo de chocolate, reconocido remedio contra la depresión, China organiza ya en ciudades como Shanghai y Pekín ferias del chocolate (que incluyen pases de modelos vestidas con trajes elaborados con el dulce).

Además, en 2004 entraron en vigor unos estándares nacionales sobre calidad del chocolate, para que éste sea de mejor calidad, aunque el sabor del producto local sigue sin parecerse demasiado al de los occidentales.

En las ciudades, donde el chocolate es ya habitual en cualquier tienda y supermercado, se calcula que ya un 37 por ciento de los habitantes han comprado o consumido este alimento.

Pero el cacao occidental aún tiene que competir con los bollos rellenos de frijoles dulces, las manzanas silvestres acarameladas y otros alimentos que durante siglos han endulzado -aunque no mucho- los paladares de los chinos. EFECOM

abc/st/cg

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