NUEVA YORK (Reuters) - Los neoyorquinos acudían al trabajo a pie, en bicicleta y en coches compartidos con extraños ya que los empleados de los transportes públicos de la ciudad decidieron el martes ir a la huelga por primera vez en 25 años, varando a millones de personas durante los días de compras de Navidad y en plena temporada turística.
Las conversaciones de último minuto entre el Sindicato de Trabajadores del Transporte y la estatal Autoridad Metropolitana del Transporte (MTA, por sus siglas en inglés) fracasaron poco antes del horario límite impuesto para la huelga, a las 12:01 hora local (05:01 GMT).
A medida que se acercaba el amanecer, la policía estableció puestos de control en entradas de túneles y puentes, como parte de un plan para prohibir que los automóviles transporten a menos de cuatro personas desde las afueras hacia el centro de Manhattan.
La gente llegó en masa a la ciudad en autobuses proporcionados por sus empresas o en tres metros que todavía se encontraban de servicio.
El sindicato rechaza la afirmación del MTA de que la reducción de los beneficios es necesaria, destacando que la agencia presenta mil millones de dólares en utilidades.
Se espera que los abogados de MTA y de la ciudad acudan a la corte de justicia el martes para establecer "una demanda por desacato al reglamento" en contra del sindicato.