La segunda generación de este automóvil compacto se lanza a la carretera con unas líneas más modernas y una gran oferta de motores.
Lejos quedan los tiempos en que Skoda era una marca casi desconocida en Europa Occidental y los escasos coches que se veían de la casa checa destacaban por su diseño falto de cualquier atractivo. Ahora, este área del continente es su principal mercado con un 55 por ciento de ventas, lo que le obliga a enfrentarse a unos rivales duros de pelar; ya no basta con que el coche ande.
La nueva generación del Skoda Fabia no incluye nada que no exista en el segmento de los automóviles compactos, pero un compendio de virtudes generales le permite luchar con la competencia en unas excelentes condiciones. Es fácil de conducir, posee un buen acabado y cuenta con suficiente espacio para cuatro adultos y sus correspondientes equipajes.
Motivos de seguridad
Montado sobre la misma plataforma de otros dos modelos del grupo Audi-Volkswagen -el VW Polo y el Seat Ibiza-, las dimensiones del Fabia han crecido por motivos de seguridad. El voladizo delantero es más grande para dar cabida a las estructuras absorbentes de energía en caso de colisión.
Por otro lado, la mayor altura del vehículo permite una mayor capacidad de maletero, pese a que la distancia entre ejes permanece igual. Asimismo, los ocupantes de los asientos posteriores ganan en espacio para las piernas.
El interior muestra un estilo austero, aunque no exento de detalles de confort como la doble regulación del volante. La instrumentación es grande y clara, con una útil pantalla multifunción entre dos grandes relojes, y la consola central puede albergar una gran pantalla de navegación, aunque queda un poco alejada de la vista del conductor.
Motores para elegir
En el apartado mecánico no se producen sorpresas y los motores utilizados son ya conocidos. La gama parte del 1.2 tricilíndrico de 60 ó 70 CV, que en principio sería el ideal para los vehículos de alquiler y para quienes vayan a dar al coche un uso eminentemente urbano. Se puede optar también por un 1.4 de 86 CV y un 1.6 de 105 CV, y entre un cambio manual de cinco marchas o bien un automático Tiptronic de seis velocidades.
Con éste último empeoran ligeramente las prestaciones y el consumo, pero a cambio brinda con sus dos programaciones y función secuencial unas magníficas posibilidades de uso. En el apartado diésel encontramos los usuales 1.4 litros de 70 y 80 CV. A este último se le puede añadir un filtro de partículas, lo mismo que al dinámico 1.9 de 105 CV. No se descarta para el futuro un Fabia 2.0 TDi.
Los extras
El equipamiento resulta bastante completo, si bien existen elementos que todavía no se sabe si vendrán de serie o serán opcionales. Entre los primeros está el ABS.
Sin embargo, no está claro qué modelos llevarán el ESP, aunque seguramente estará disponible como opción en casi todos los niveles, así como el control de presión de los neumáticos, el de crucero, el climatizador Climatronic, la ayuda al aparcamiento y los faros antiniebla.
De momento, Skoda no ha anunciado el precio del nuevo modelo, a punto de llegar al mercado, pero parece que estará en la línea de la gama actual, entre los 11.150 y los 18.000 euros.