La Finra, el regulador de la industria financiera estadounidense, ha descubierto que una antigua asistente de ventas de Citigroup robó alrededor de 850.000 dólares a más de veinte clientes del banco, entre ellos su propio padre, un diplomático estadounidense y varias viudas.
Tamara Lanz Moon robó principalmente a clientes "vulnerables" del Citigroup Global Markets, con sede en Palo Alto (California), y usó el dinero para gastos personales y para reformar su casa, según la Finra. Lo consiguió falsificando cuentas y firmas de los clientes, y así se hizo con 55.000 dólares pertenecientes al diplomático, 30.000 de su padre y más de 120.000 de varias viudas, entre otros clientes.
"Las firmas tienen la obligación de supervisar a todo su personal, incluidos los asistentes de ventas que tengan acceso a información confidencial sobre las cuentas de sus clientes", afirmó Susan Merrill, de la Finra, que recalcó que "esta asistente de ventas abusó de la confianza de los inversores utilizando la información de la que disponía para explotar a los más indefensos" durante casi ocho años, hasta que fue despedida en marzo de 2008.
Ya han sido recompensados
Según la Finra, Citigroup ya ha recompensado a los clientes afectados por las pérdidas. Sin embargo, Moon sigue sin confirmar o desmentir los cargos que se le imputan y no ha pagado ninguna multa.
Entre otros delitos, la ex asistente de ventas vendió bonos que estaban en posesión de uno de sus clientes, para lo que falsificó su firma, y trasladó fondos de unas cuentas de clientes a otra para cubrir los fondos que había robado.
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