
Los fabricantes estadounidenses de automóviles Ford y General Motors han mostrado su oposición al plan del fabricante de componentes Visteon de pagar hasta en 80,1 millones de dólares en bonus para sus empleados mientras está en suspensión de pagos, según sendos documentos presentados ante el Tribunal Federal de Bancarrota del Estado de Delaware.
Tanto Ford como General Motors argumentaron que en sus empresas y en sus principales proveedores los bonus a los empleados han sido suprimidos para este ejercicio.
La firma del óvalo, que recientemente se comprometió a financiar con 125 millones de dólares (89,9 millones de euros) la salida de la suspensión de pagos de Visteon, criticó que el plan de incentivos del proveedor es demasiado elevado en las actuales condiciones de mercado.
Por otro lado, el consorcio automovilístico presidido por Fritz Henderson explicó que en la actualidad está negociando con Visteon la concesión de un crédito, que permitiría a la compañía estar en condiciones de pagar los bonus a sus empleados.
Como argumento para no apoyar el pago de bonus debido a la actual situación económica y del sector del automóvil, Ford señaló que el mantenimiento del empleo "debería ser suficiente incentivo", y que General Motors, Chrysler y otros proveedores han optado por no dar primas a sus empleados este año.
El plan de incentivos de Visteon, que se declaró en suspensión de pagos el pasado mes de mayo, contempla 30,1 millones de dólares (21,6 millones de euros) en primas para sus 100 directivos y bonus individuales que oscilan entre el 90% y el 375% de sueldo base.