Londres, 30 ene (EFECOM).- Una de las representantes del Instituto de la Mujer del Reino Unido, Isla Arendell, se ha zambullido hoy en un baño de leche delante del Parlamento británico para denunciar el bajo precio pagado a los granjeros por cada litro de leche.
Con la intención de demostrar que la leche es ahora más barata que el agua, Arendell se sumergió este mediodía en ese líquido delante del Parlamento de Westminster y alertó de la situación que atraviesan los granjeros ingleses, que ahora reciben 18 peniques (0,27 euros) por litro de leche frente a los 24,5 peniques de hace diez años.
"Nos preocupa que en unos años desaparezca la producción de leche en Gran Bretaña", afirmó hoy la activista de Gloucestershire, en el sur de Inglaterra.
Asimismo, la Federación Nacional de Institutos de Mujeres ha presentado también hoy en el Parlamento 72.000 firmas pidiendo al Gobierno británico que proteja a los ganaderos y les asegure cobrar un precio "justo" por la leche.
Según recogió la semana pasada un estudio de la Comisión para la Competitividad británica, los proveedores, particularmente los del sector lechero, ven agravada su supervivencia por la presencia de los supermercados.
En 1985 había 28.000 granjeros dedicados a la producción láctea en Inglaterra y en Gales, cifra que se redujo hasta los 13.000 registrados en 2006 y que irá a la baja en los próximos años, con un 31 por ciento de los ganaderos que planean dejar el sector.
La reivindicación de hoy, organizada por el Instituto de la Mujer, ha agrupado también a varias organizaciones de ganaderos, como los Granjeros en Acción, la Asociación de Pequeñas Granjas o la Unión de Granjas y Granjeros de Gales. EFECOM
lj/pam
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